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El alcalde provincial quiere ordenar la ciudad, para lo cual ha prohibido realizar manifestaciones políticas en la Plaza de Armas. Dice que la Plaza España será la plaza de las protestas. No obstante, las celebraciones religiosas, que son también manifestaciones ideológicos -y últimamente políticas- así como ceremonias escolares, podrán usar la plaza, previo permiso que -seguramente- otorgará la MPA porque nunca contradice a la Iglesia, a la que teme sinceramente.
¿Discriminación? La FDTA ha manfestado ya su rechazo a la medida y desde aquí nos preguntamos por qué las manifestaciones católicas sí serán permitidas, a pesar que generan multitudes, caos vehícular, suciedad en las calles y desorden, igualito que las marchas del Cono Norte.
