La fuerza es su característica. Esa energía infinita para soñar, amar, rebelarse o dejarse estar, en un abismo de tristeza. La serenidad no es atractiva como en los años otoñales; más bien, suele ser una molestia, que se interpone entre el mundo y sus latidos, entre las ganas de vivirlo todo y los peros, nunca tan fastidiosos.
Más allá de frases hechas, la juventud suele ser esa época donde los seres humanos lo tenemos todo al alcance de la mano y, sin embargo, no todo es gozo; hondos recuerdos, más bien, a veces eufóricos y otras hirientes….
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