El presidente Trump anunció que EEUU se retira del Acuerdo Internacional sobre Cambio Climático, ya que los acuerdos tal como están le restan competitividad a su país frente a otros que no tienen que hacer esfuerzos similares, específicamente China.
Señala que representa a sus conciudadanos, y no a París. Plantea una renegociación de los mismos, a lo que Naciones Unidas ha respondido que esto no se puede hacer a petición de solo una de las partes. Este fue uno de los temas levantado en la campaña electoral y que ha cumplido, pese a las presiones y pedidos internos y externos de diferentes actores que consideran la decisión un profundo error.
Pero, veamos qué es lo que está en juego:
COP 21
En París, se llegó al primer acuerdo en el que tanto naciones desarrolladas como países en desarrollo se comprometen a gestionar la transición hacia una economía baja en carbono, lo que fue firmado por casi 200 países incluídos China y EEUU(los más contaminantes, con aproximadamente 30 y 15%,respectivamente)
Establece el objetivo de lograr que el aumento de las temperaturas se mantenga bastante por debajo de los dos grados centígrados y compromete a los firmantes a “realizar esfuerzos” para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados.
Para ello, los países se comprometen a fijar cada cinco años sus objetivos nacionales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. El texto establece que los países ricos seguirán ofreciendo apoyo financiero a los países pobres para ayudarles a reducir sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático. Se habían comprometido a otorgar US$100 mil millones anuales en financiamiento hasta el 2020.
El acuerdo es jurídicamente vinculante para los países firmantes.
Posición de EEUU
En esa oportunidad, Estados Unidos, dijo que el documento de París era “el acuerdo más ambicioso sobre el cambio climático en la historia” y destacó que el mismo establece “un marco duradero, de largo plazo” para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El presidente Barack Obama manifestó su satisfacción por la aprobación del acuerdo y dijo que, pese a no ser perfecto, es la mejor oportunidad que existe para salvar al planeta de los efectos del cambio climático.
Las naciones que participan en el pacto simplemente deben anunciar qué porcentaje de emisiones se comprometen a reducir y en qué plazo, y también participan en las negociaciones posteriores. La siguiente se celebrará en 2018 y después cada cinco años.
Como país miembro del Acuerdo de París, EE UU pretendía una reducción de las emisiones contaminantes de entre un 26% y 28% para 2025, con respecto a los niveles de 2005. Ya Donald Trump había cancelado las políticas energéticas de Obama, que prohibían nuevas explotaciones de energías fósiles y ha dado vía libre a las extracciones en zonas costeras de EE UU, por lo que esas metas eran ya inalcanzables. Y, con el retiro de ese país del Acuerdo, señalan que el calentamiento global podría aumentar en 0.3%.
Esto implica que continuará el aumento de las temperaturas medias, se acelerará el deshielo en los polos y crecerá el nivel del mar. Lo que se agudizará, si otros países incumplen los compromisos asumidos.
Pero, también EEUU se retira del Fondo Verde, con lo cual se reduce el financiamiento acordado para apoyar a los países en desarrollo a enfrentar el cambio climático, que señaláramos anteriormente.
Sin embargo, el retiro no es automático. El pacto de París estableció que los países no podrían abandonarlo durante los primeros tres años y, una vez decidido, no sería efectivo hasta un año después.
Vuelta a las andadas
Luego de una tensión inicial por el cambio de política comercial, la no firma del TPP, la renegociación del NAFTA y los ataques a China, la sangre no llegó al río y se dio un acuerdo con el país asiático de acceso a mercados de productos sensibles, temas financieros y de tecnologías de información.
Sin embargo, la controversia volvió luego de la reunión del G7 y el anuncio sobre cambio climático. Atacó a Alemania echándole la culpa del déficit que sostiene con ese país, lo que ha sido respondido no solo con un diálogo inmediato con China, sino con declaraciones que señalan que Europa no debe depender de terceros, incluso en el plano militar.
Una verdadera lástima, lo que haga la superpotencia del mundo tiene repercusiones para el resto del planeta, ojalá se vuelva por un mejor camino. Nuestro país debería participar activamente en diálogos que permitan llevar adelante los acuerdos de la COP 21.
Hay una gran asimetría. No somos países contaminantes pero si estamos entre los más vulnerables al cambio climático. Tenemos que impulsar políticas integrales que lo enfrenten, más allá de los acuerdos internacionales. Los acuerdos multilaterales en el comercio y medio ambiente, son los que más favorecen a países pequeños como el nuestro. Debemos actuar en consecuencia.