Funcionarios de la Municipalidad Provincial y el Gobierno Regional vienen evaluando la construcción de una vía temporal que continúe la vía ribereña y llegue hasta Vallecito. La pista sería una solución a la falta de vías, y consecuente caos, debido a las obras del viaducto Salaverry y el segundo tramo de la Variante de Uchumayo, previstas para septiembre y ejecutadas por la Municipalidad Provincial y el Gobierno Regional respectivamente.
El acuerdo entre ambas instituciones quedaría plasmado en un convenio por el cual la región asumiría la elaboración del expediente técnico y el provincial ejecutaría la obra. El tramo intervenido será conectado con la vía ribereña a través de un puente bailey, a la altura del puente Fierro.
No obstante, el proyecto conjunto no estaría considerando un fallo de la Corte Superior de Justicia que impide cualquier tipo de construcción en la margen del río debido a la denominación de reserva paisajista. Al respecto el gerente del GRA, José Luis Rodríguez, declaró a un medio de comunicación que estudiarán la situación, dado el carácter provisional del tramo.
La implementación de la pista temporal interesa mucho a ambas instituciones, ya que supondría una alternativa efectiva al cierre de vías por obras. Se prevé que los trabajos en el segundo tramo de la Variante de Uchumayo demoren 7 meses, mientras que completar el viaducto Salaverry tardaría hasta 12 meses.
Es increible la improvisación e ineficiencia de nuestros gobernantes, los dos son nulos; como se puede firmar un convenio sobre algo que no es realizable ? Que capacidad técnica demostrada tiene el GRA para hacer un expediente técnico de una obra temporal y que es altamente sensible por si localización en la ribera del Rio Chili, donde afectaría a la vegetación (Monte ribereño), que sirve de amortiguamiento ante las crecidas del rio cada año. El GRA no tiene un equipo técnico que pueda presentar algo coherente y realizable; ni siquiera son capaces de revisar el Estudio de Impacto ambiental de Majes Siguas II. De la MPA, como la institución que realizaría la obra, Imaginense !!!! el costo se triplicaría (las uñas largas de Zegarra y esbirros), y el tiempo de ejecución multipliquenlo por cuatro (4) ¡¡¡ ASI ESTAMOS EN AQP, EN MANOS DE AUTORIDADES CORRUPTAS E INEPTAS!!!!
Es bastante sabido y muy bien practicado que aquí, en el Perú, todo lo provisional termina en algo permanente. Nadie podrá negar que el objeto de la denominada “vía ribereña” era de servir como vía alterna debido a los trabajos de remodelación y reconstrucción de la Variante de Uchumayo. Como entonces puede seguir considerándose como provisional si ahora se desea conectarla con la Av. La Marina, interviniendo una zona de altísimo riesgo (riesgo de excesivos apetitos inmobiliarios) y de alta sensibilidad ambiental (últimos rezagos de verdor próximos al Centro Histórico de la ciudad). Tampoco es claro cómo harán para cumplir con su promesa y demoler todo el asfalto sembrado desde Tingo hasta Vallecito, una vez que se culminen las otras obras permanentes (Variante de Uchumayo y Viaducto Salaverry). ¿Aguantara un SNIP la posibilidad de una inversión provisional? ¿Bajo que sistema de control y fiscalización se hará la inversión de dinero público para una obra efimera? ¿Acaso esa no es la misma razón por la cual el alcalde de Yanahuara no puede parchar la transitada Av. Ejército, ya que esta importante arteria será muy pronto intervenida por la MPA y, por tanto, no puede hacer un gasto catalogado como insulso? ¿Como así, ahora si se puede hacer un gasto insulso con una inversión que tildan de provisional? Y, si finalmente se pretendiera cumplir con la promesa de demoler todo, luego que cumplan su efímero periodo de vida útil (es decir, su carácter de provisionalidad), ¿quién garantiza que toda el área afectada temporalmente regrese a su estado original? ¿Tendrá el GRA o la MPA en sus staffs especialistas en remediacion y restauración paisajistica? ¿Permitirán los propietarios de los terrenos agrícolas que se demuela el asfalto que ha hecho que cada metro cuadrado de chacra pase de 80 dólares a 800 dólares? ¿A quien pretenden engañar con el cuento de obras de necesidad y utilidad pública echando mano a zonas que debemos proteger del desmedido apetito inmobiliario al cual prestan algunas malas autoridades? ¿Acaso no es cierto que a Zegarra solo le interesa el cemento y que cuando se le ofrece algún proyecto verde contesta que no, porque no puede poner placa con su nombre sobre el pasto? No podemos seguir pecando de ingenuos y creer que una vía provisional en una zona de altísima demanda inmobiliaria será finalmente demolida. Eso sólo ocurre en países socialmente evolucionados y en donde las autoridades son personas probas. Y ahora ¿qué hacer? Solo nos queda juntarnos en una mesa y no para discutir las causas y consecuencias de este atropello ambiental, porque sería ocioso ante tanta evidencia. La idea es organizar acciones estratégicas para desmantelar este despropósito, tan igual como bien hicimos cuando se nos quiso vender gato por liebre en el caso de la estafa del monorriel y con la cual Zegarra mostró oscura genuflexión.