El brote de coronavirus en Arequipa no parecía tan agresivo como en otras regiones del país. Esa dinámica cambió esta semana, cuando se hizo más pronunciado el incremento de casos y muertes por la enfermedad.
Las cifras oficiales previas del sector Salud graficaban un escenario que invitaba al optimismo moderado, aún lejos del millar de casos, aunque con contagios aún en expansión. Empero, desde el 2 de mayo, la tendencia al alza en ambas métricas motivó preocupación en algunos sectores.
Todavía lejos de contar las muertes por centenares, el sistema de salud de la región se mantiene, de algún modo u otro, a flote. Buena parte de este “logro” recae en la mayoría de la población arequipeña y su compromiso con las medidas de aislamiento y distanciamiento social. Acciones simples que evitan el colapso sanitario visto en Lambayeque, Loreto o Ucayali.
Al 12 de mayo, los casos de coronavirus en Arequipa (1 301) se duplican cada 11 días. Un ratio algo mayor en relación a las estadísticas nacionales (72 059), que doblan los contagios a los 10 días. Lo mismo que el cálculo del índice de contagio (R) de un arequipeño con coronavirus, superior a su contraparte limeña.
De acuerdo al análisis estadístico de Huaynodata.com, calculado por el investigador peruano Ragi Burhum, un “characato” con Covid-19 puede transmitir la enfermedad a 1,60 personas. Mientras que un capitalino haría lo mismo con 1,16 personas. De acuerdo a la plataforma, al 13 de mayo, Arequipa es la ciudad con mayor índice de contagio a nivel nacional.
Esta capacidad de contagio, calculada al 13 de mayo, creció en relación a la medición realizada el 3 de mayo, cuando era de 1,50. La primera data consignada corresponde al 20 de marzo y fija el R en 3. El punto más bajo, de 1,38, se alcanzó el 6 y 7 de este mes. Esto gracias al esfuerzo de la población por cumplir la cuarentena y de los servidores públicos que enfrentan la pandemia en primera línea. Sin embargo, desde entonces el repunte reciente revela que aún no es suficiente.
Las curvas no mienten
El primer caso confirmado en la región se anunció el 7 de marzo. Ya sea por lentitud en el procesado de pruebas, entonces realizado en Lima, o por el cerco epidemiológico aplicado, el número de contagios avanzó a cuentagotas hasta el 29 de marzo, cuando sumaban 15.
La masificación de pruebas rápidas y el funcionamiento del Laboratorio de Referencia Regional de Arequipa permitieron ampliar drásticamente la capacidad de diagnóstico. Del mismo modo, el crecimiento de casos nuevos ganó ritmo. Una tendencia aún al alza que avala el índice de transmisión de la enfermedad calculado en Huaynodata.com.
La evaluación semanal de casos nuevos arroja luces más claras de la propensión expansiva del coronavirus en Arequipa. Entre la sexta y octava semana es más pronunciado el incremento. Sin embargo, en la novena y lo que llevamos de la décima, muestra un crecimiento mucho más marcado.
Un comportamiento similar salta a la luz al trasponer el análisis al conteo semanal de fallecimientos. Entre el 2 y el 8 de mayo se informó de 12 muertes por coronavirus en Arequipa. El aumento de muertes ha sido constante desde entonces. En doce días (hasta el 12 de mayo) hubo más muertes que en todo el mes previo.
Comparaciones necesarias
Otro factor que da pie a una valoración positiva de la situación local es el número de casos en función a la población estimada. Arequipa ocupa el puesto 12 de 25 regiones, con 85,26 contagios por cada 100 mil habitantes. Cifras superadas por departamentos con un conteo de infecciones mucho menor pero que al cruzarse con sus poblaciones revelan proporciones mayores a la nuestra; como Tumbes (203,61), Moquegua (86,53) o Madre de Dios (103,82).
Empero, el contraste frente a regiones con similares cifras de poblaciones no nos deja muy bien parados. Los casos por cien mil habitantes de Cajamarca, Cusco o Puno oscilan entre 13,88 y 33,08. Al trasladar el ejercicio al conteo de muertes se observa un comportamiento muy parecido. Arequipa tiene 21,63 muertes por millón de habitantes. Bajo la misma evaluación, los números de las regiones hermanas también son menores, en un rango entre 0,77 y 2,25.
El conteo de muertes es otro factor a tomar en cuenta. En las últimas semanas el tema cobró relevancia, luego que IDL Reporteros revelara un subregistro de fallecimientos por parte del Ministerio de Salud (Minsa).
Las cifras de muertes declaradas este abril en Arequipa (565) son incluso menores frente a las del mismo mes, pero del año 2019 (581). El contraste entre grupos etarios tampoco revela un subregistro masivo como el evidenciado en Lima.
¿Para cuándo la reactivación económica de Arequipa?
No existen certezas cuando se habla de fechas concretas para la vuelta a la normalidad. Aunque desde el gobierno se apuntaba al 11 de mayo, los últimos análisis estadísticos del coronavirus en Perú obligaron a una cuarta ampliación.
Parte del análisis regresa al indicador R, señalado al inicio de este informe. Mientras que este indicador supere la unidad (R>1), significa que la enfermedad continúa en expansión. Solo cuando se cumple que R<1, es recomendable relajar las medidas de confinamiento.
Tanto a nivel nacional como de Arequipa no se cumple este requisito. El R de la región, calculado al 12 de mayo, está en 1,60. En las condiciones actuales, apresurar la vuelta a la normalidad supondría un rebrote mucho más pronunciado del Covid-19. Un escenario que viven países como Singapur, donde una segunda ola de contagios obligó a una cuarentena completa después de levantar algunas restricciones. Medidas que la economía del país y la región ya no se pueden permitir.
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