A horas de culminar el plazo de las cuarentenas focalizadas, el Poder Ejecutivo anunció su decisión de extender la medida hasta el 31 de agosto. La ampliación del confinamiento es resistida por una parte de la población de Arequipa, tanto de sectores formales como informales, que piden luz verde para retomar sus actividades económicas.
No obstante, el drama que día a día se vive en hospitales y distribuidoras de oxígeno apoya la disposición del gobierno. La pandemia aún continúa en expansión en Arequipa, y el sistema de salud local ya se encuentra rebasado por la demanda de atención médica.
Las cifras que a diario reporta la Gerencia Regional de Salud muestran que aún existe una tendencia al alza en los casos diagnosticados. En el reporte de este 31 de julio, se alcanzó la cifra más alta en 24 horas, con 1 mil 995 nuevos contagiados.
Se trata de una tendencia constante, aunque algo menos galopante que en etapas anteriores del contagio. Empero, hay que aclarar que el comportamiento de la curva coincide con una reducción en la cantidad de pruebas diarias aplicadas, que de picos que superaban las ocho mil diarias cayeron a cerca de tres mil.
Donde sí se evidencia una tendencia al alza es en el porcentaje de positividad. Para ello, se calcula el porcentaje que los casos positivos diarios representa del total de pruebas aplicadas en el mismo periodo. A inicios de julio, bordeaba el 10% de positivos del total de tests realizados. Sin embargo, al finalizar el mes, esta métrica se desbordó y superó el 24% del total.
Fuera de los reportes relacionados al covid, el número de muertes no violentas en Arequipa sigue reflejando un crecimiento. Si bien es menos pronunciado que en la primera quincena de julio, las defunciones en la región tuvieron picos de 104 por día y, en promedio, están alrededor de 94 cada 24 horas. Registros que casi quintuplican el promedio prepandemia, cuando raramente superaban las 20 diarias.
Se reduce índice de contagio de Arequipa
La leve desaceleración de la pandemia en los últimos días se refleja en la disminución del índice de contagio o Factor R0, que reporta la Universidad Católica San Pablo (UCSP). Daniel Gutiérrez Pachas y Erick Gómez Nieto, del Departamento de Ciencia de la Computación, determinaron que el indicador cayó hasta 1,81. Es decir que, por cada caso detectado la enfermedad se transmite a 1,81 personas.
El valor aún no es óptimo, pero sí marca una baja importante frente al último pico registrado de 2,59 el 17 de julio. La meta es que este índice sea menor a 1, lo que señalaría que el virus ya no está en expansión.
Gutiérrez explicó a El Búho que el aumento en la cantidad de pacientes recuperados es determinante para este pequeño avance. Por primera vez en Arequipa, los pacientes que vencieron al covid representan un número mayor que el de casos activos de la enfermedad. La diferencia es de 1 mil 602. A partir del 18 de julio se observó un aumento en las altas, que aumenta desde entonces de forma constante y alcanza picos cercanos a los 1 mil 300 en 24 horas. Otro factor es la tasa de transmisión de la enfermedad, que también menguó en la última semana.
Estudios como los de Gutiérrez y Gómez son mucho más precisos que los que se elaboran en función a la data que reporta el Ministerio de Salud. Los investigadores arequipeños utilizan la información que proporciona diariamente el Comando Covid de Arequipa, que no presenta el desfase evidenciado en las cifras nacionales. El contraste es alarmante: al 30 de julio, el Minsa reporta 13 mil 480, mientras que la Geresa indica que son 47 mil 527.
El subregistro afecta los cálculos o proyecciones que se realizan a partir de la data del Minsa. Por ejemplo, la web Huaynodata de Ragi Burhum calcula el índice de contagio de Arequipa en 1,21. El científico se pronunció en contra del desorden en el manejo de datos y advirtió que afecta directamente en la toma de decisiones.
Problemas de focalización
Las críticas en la gestión de la información fueron recogidas por el Ministerio de Salud, que anunció una actualización progresiva de las cifras de contagios y muertes. Sin embargo, existen dificultades para determinar los focos de contagios.
Existen dos formas para determinar la procedencia de la persona muestreada. Una se basa en el lugar de nacimiento y del domicilio declarado en el DNI, mientras que el otro es por el establecimiento donde se realizó el diagnóstico de la enfermedad.
Con el primero se obtienen resultados que difieren de la realidad. Personas que no residen en un distrito pero que sí lo declararon en su DNI, figuran entre los contagiados de esa jurisdicción. A la larga, se engrosan las estadísticas de determinadas localidades en detrimento de los verdaderos focos de contagio.
Ismael Cornejo Roselló, subgerente regional de Salud, señaló a este medio que el segundo método es el más preciso para determinar las zonas con mayores contagios. Así, se enfocan en los hospitales, clínicas, centros de salud y laboratorios donde se realizan las pruebas. Con lo que pueden evitar el error que corresponde al registro, según el lugar de procedencia declarado.
Sin embargo, en la estadística se entiende como si fuera el lugar de residencia de los contagiados. Así, en Arequipa, la mayoría aparece en el cercado, con un número que parecería que el 80% de la población que vive en esa jurisdicción, lo que tampoco es exacto.
Así, el lío de las cifras, continuará.
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