Los tres audios que presentó Edgar Alarcón al Congreso tenían una protagonista en común. Se trata de Karem Roca Luque, la asistente administrativa del Despacho Presidencial de Martín Vizcarra.
Debido a la claridad de su voz en los audios y su aparición constante, es la principal sospechosa de grabar las conversaciones con el presidente. Algo llamativo en vista de los cerca de 10 años de trabajo que ambos comparten.
Esta tarde, la funcionaria compareció ante la Comisión de Fiscalización. Lo hizo al mismo tiempo que en el Pleno del Congreso se debatía la moción de vacancia contra Vizcarra.
En todo momento, Roca se mostró reservada sobre los pormenores de los diálogos registrados en los materiales auditivos. Sin embargo, algunas de sus declaraciones arrojaron más luces sobre la crisis política y el caso Richard Swing.
La mayor duda giraba entorno a la autoría de las grabaciones, y por el momento continuará sin dilucidarse. En todo momento, Karem Roca negó haber grabado todas las conversaciones.
Ante las versiones que la señalan como la productora del material, Roca solicitó una pericia respecto a la autoría. Lo que sí reconoció fue su voz en los tres diálogos presentados ante el Legislativo.
La funcionaria recalcó su voluntad de colaborar con las indagaciones. Incluso, se mostró a favor del deslacrado de sus declaraciones ante la comisión. Sin embargo, prefirió reservar información en varios momentos de la sesión, argumentando que expondrá todo ante el Ministerio Público.
Desde el círculo íntimo de Martín Vizcarra
En lo que sí abundó Roca fue en su relación con el presidente. “Yo lo quiero al señor como un padre. A pesar de las declaraciones de ayer, yo lo quiero. A mí me duele”, aseveró.
No expresó el mismo aprecio al referirse a Miriam Morales, la secretaria general de Palacio de Gobierno. Reiteró que ella es la culpable de hechos que se negó a identificar. “Yo no tengo los medios económicos ni los poderes políticos encima mío para poder comprar conciencias”, dijo en alusión a la funcionaria.
En otro momento, refirió algún encono entre el círculo más cercano al presidente. Atribuyó esto a su negativa a aceptar al Estudio Job como su defensa en las investigaciones. Nuevamente volvió a referirse a la secretaria general de palacio. “Yo se quién es Miriam Morales. Yo se quién es ella”, recalcó.
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