Solidaridad Nacional se reinventa de cara a las próximas elecciones. Cambió su nombre por Renovación Popular y se desprendió del clásico amarillo patito para enfundarse el color celeste. Un cambio que va más allá de lo estético, según explicó su líder, Rafael López Aliaga, en Arequipa.
“Somos Renovación Popular, completa. Un partido refundado, celeste, porque es el color de la vida. Opuesto al verde que usa la señora Villarán, con su chalina verde por el color de la muerte. El verde en el mundo es el aborto. El (color) de la vida es el celeste”, señaló el candidato a la presidencia por la organización.
Una declaración casi anecdótica, pero que retrata de cuerpo entero el discurso político de López Aliaga y Renovación Popular. Varias de sus propuestas están enmarcadas en reclamos anti enfoque de género, anti aborto, anti feminismo y anti unión civil.
Para su emprendimiento político, el exregidor de la Municipalidad de Lima escogió a dos figuras arequipeñas en posiciones importantes. Como su primera vicepresidenta, la elegida es Neldy Mendoza Flores.
Se trata de una de las principales promotoras de la Marcha por la Vida en Arequipa. Un movimiento respaldado por entidades conservadoras como el Arzobispado de Arequipa e iglesias evangélicas. En dicha manifestación se oponían al enfoque de género en la educación básica, a los anticonceptivos orales de emergencia, al aborto terapéutico y a la unión civil.
“También nos preocupamos por las realidades más importantes de los grupos vulnerables. De los niños, de las mujeres, pero en un contexto de gran protección como es la familia. Toda política de gobierno, toda gestión política que tiene una mirada de fortalecimiento o que se pronuncia en un sentido de cultura familiar está haciendo las cosas muy bien”, señaló Mendoza en su presentación.
Respaldo evangélico desde Arequipa
La otra adhesión al proyecto político de Renovación Popular es el pastor evangélico Esdras Ricardo Medina Minaya. Se trata de un exregidor provincial de Arequipa durante la gestión de Alfredo Zegarra. Como concejal de la minoría, asumió un papel fiscalizador. Aunque se hizo más recordado por varias declaraciones polémicas que saltaron a la palestra nacional.
Era marzo del 2017, cuando una serie de fenómenos climatológicos provocaron desastres en la zona norte del país. Lejos de valorar condiciones como el fenómeno El Niño o el cambio climático, el entonces regidor atribuyó la situación de emergencia a un castigo divino por el enfoque de género en la educación básica.
“Si el Gobierno hubiera dado su mano a torcer, Dios no hubiera castigado tanto a nuestro país (…). Estoy convencido, porque en Chile se aprobó el matrimonio gay y tuvo un terremoto”, declaró en ese entonces.
Ricardo Medina y Neldy Mendoza coincidieron en las protestas del colectivo Con mis hijos no te metas. Ambos ejercieron de voceros del movimiento, siempre con posturas críticas al gobierno y al enfoque de género.
En defensa de Castañeda y Bartra
Rafael López Aliaga fue regidor entre 2007 y 2010, cuando Luis Castañeda afrontaba su segundo periodo como alcalde de Lima. Ante la debacle del exburgomaestre, el ahora candidato tomó las riendas de Solidaridad Nacional.
Si bien señaló que tuvo que hacer una limpieza profunda en la organización, culpó de la mayoría de los conflictos a José Luna Gálvez, hoy líder de Podemos Perú. Lo acusó de hacer mucho daño al partido. Además, criticó que no pague impuestos por sus negocios con universidades. Cuestionamiento que extendió a César Acuña, líder de Alianza Para el Progreso (APP) y también empresario de la educación superior.
Desde Arequipa, también pidió que al exalcalde limeño ya se le deje en paz. En especial por su avanzado estado de edad. “Luis Castañeda ya no está ya, a Castañeda lo han metido a la cárcel, tiene 75 años, ya déjenlo tranquilo a Castañeda”, manifestó. También tuvo palabras positivas de Rosa Bartra, de quien dijo, carga con acusaciones injustas.
Finalmente, López Aliaga expresó su respaldo a medidas populistas como la pena de muerte. A la que consideró el camino necesario para frenar nuevos casos de violación. Calificó a su candidatura como de derecha popular y de doctrina social cristiana.
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