El médico e investigador de la Universidad Cayetano Heredia, Germán Málaga, contestó las interrogantes de los congresistas miembros de la Comisión de Fiscalización y de la Comisión Especial Covid-19, por el llamado caso Vacunagate. Algunos señalaron que sus respuestas no eran coherentes. Incluso el parlamentario por el partido de Fuerza Popular, Marcos Pichilingue, lo increpó, calificándolo de miserable.
Fue seguido por el congresista del mismo partido, Tito Ortega, quien lo llamó genocida. El congresista Ricardo Burga, de Acción Popular, también esgrimió comentarios contra el médico acusándolo de tener una orientación política. Y le recordó que, durante el proceso de vacancia, publicó en redes sociales comentarios contrarios a Manuel Merino.
Los miembros de la comisión no quedaron satisfechos con las respuestas del médico. Él admitió que su hija, Ariana Sofía Málaga Zúñiga de 22 años, fue inmunizada con la vacuna, en su condición de contacto cercano. También su esposa, Ana Zuñiga y su cuñada Pamela Zuñiga.
El interrogatorio estuvo plagado de insinuaciones y repeticiones. La congresista Yessy Fabián, de Acción Popular, por ejemplo, leyó un extenso pliego de preguntas que repetían lo ya respondido por el interrogado en varias oportunidades; además, sugirió que el ensayo no debió llevarse a cabo, pues era exponer a los ciudadanos a riesgos. otros congresistas
Respecto al caso del expresidente Martín Vizcarra, Germán Málaga confirmó que sí estaba enterado que no era un ensayo clínico, al momento de ser vacunado. Es decir, sabía que no era un placebo y que le pidió además vacunar a su esposa y su hermano mayor.
Finalmente, Málaga dijo que cuando el estudio culmine, el Perú se sentirá orgulloso de la rigurosidad con que se llevó a cabo y será de gran beneficio para el país.
Pero el Vacunagate, recién comienza.
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