El consejero por Arequipa, José Luis Hancco, hizo pública la pérdida de libros en la biblioteca regional Mario Vargas Llosa. Alrededor de 20 ejemplares se han dado por desaparecidos en noviembre del año pasado, al realizar el inventario retornando de la cuarentena, se informó.
De acuerdo a la explicación de la Biblioteca, en comunicado emitido tras la denuncia, al realizar inventario, tras el prolongado cierre por la cuarentena, se detectó la ausencia de estos ejemplares. Aún no hay explicación sobre si se trata de un hurto.
Al respecto, a través de un video, Hancco mencionó que los encargados de la biblioteca no dieron cuenta del hecho: “los responsables no nos dan cuenta y nosotros como consejeros fiscalizadores solicitamos información desde el 8 de febrero y pedimos que nosotros debemos salvaguardar el patrimonio de Arequipa, pedimos al gobernador regional que tome acciones“.
Incluso mencionó los autores de los libros que hacen falta como: Maquiavelo, Becquer, Hegel, Kant, Nitzche entre otros.
En respuesta, el director de la biblioteca Mario Vargas Llosa, Juan Carlos Barberena, admitió la pérdida de esos libros, pero aclaró que no se trata de la colección personal de libros donada por el propio escritor, sino de los libros del acervo de la Biblioteca Regional, ubicados en un local contiguo.
“Se han perdido algunos libros durante la atención restringida que hemos estado teniendo desde octubre y noviembre, estamos informando”
Juan Carlos Barberena – director de la biblioteca Mario Vargas Llosa en declaraciones al diario la República
Al respecto, la oficina de desarrollo e Inclusión Social le ha pedido a Juan Carlos Barberena que se les remita un informe. El director aseguró que inmediatamente se dará cuenta de cuántos ejemplares han desaparecido y las circunstancias en que estos se perdieron.
Pérdida de computadoras
Cuestionado por la prensa, Barberena también admitió que se han perdido un total de 8 computadoras, de 54 con las que contaba la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa.
Estos equipos de cómputo, destinados a la biblioteca virtual y a la enseñanza de adultos mayores fueron una donación de Corea, para estos fines.
Al momento no hay explicación de su paradero. El director Barberena explicó que el personal de vigilancia, que fue el único que asistió al local durante la cuarentena, no depende de su despacho sino del GRA. En este periodo, en que no se atendió al público, habría ocurrido la pérdida de las computadoras y los libros.
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