Arequipa, Camaná, Caylloma e Islay no duraron ni quince días en el nivel de riesgo extremo del semáforo epidemiológico del gobierno. La tarde del miércoles, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, dio lectura a la lista de las provincias en ese grado de alerta. No mencionó a ninguna de la región.
El anuncio llegó acompañado de un paso atrás en el endurecimiento de las medidas de confinamiento y restricciones. La cuarentena se levantó de todas las jurisdicciones en nivel de riesgo extremo, y solo será estricta los días domingo. Asimismo, el toque de queda fue reducido a nivel nacional. Para las categorías más elevadas, será entre las 21 horas y las 04 horas del día siguiente.
Para sustentar su disposición, el Ejecutivo se remitió a las cifras de la pandemia más recientes. “Se puede notar una leve desaceleración en el número de contagios y de fallecidos”, sostuvo Bermúdez durante la conferencia. No obstante, aún persiste la saturación de camas UCI y la demanda masiva de oxígeno medicinal.
Sobre Arequipa, a nivel regional también se reportaba una leve meseta en los últimos días. En conversación con El Búho, el director del hospital Honorio Delgado, Richard Hernández, adelantó que se ha estabilizado el número diario de pacientes con sospecha covid que acuden al nosocomio. Los indicadores regionales avalan su aseveración.
¿Una meseta en la segunda ola de Arequipa?
Las curvas de los indicadores de enero hacían temer lo peor. En todos los casos reflejaban una tendencia al alza generalizada. Una comparativa; en función al promedio semanal de muertes no violentas, muertes covid, contagios, casos activos, positividad, pruebas aplicadas, camas uci y hospitalarias; mostraba marcada semejanza entre enero del 2021 y junio del 2020.
De haberse mantenido tal progresión, lo esperable era que en febrero se viviera una crisis similar a la de julio y agosto. Por fortuna, estos pronósticos no se concretaron y las alzas en los indicadores perdieron fuelle semana tras semana.
El uso de camas hospitalarias es el que mejor refleja la supuesta meseta en la que estaría Arequipa. Durante el segundo mes del 2021, su uso casi no sufrió incremento, con un promedio de 593 en la última semana. Aún algo lejos del pico registrado en agosto del curso anterior, cuando alcanzó un promedio de 765. En tanto, la media de camas UCI en febrero alcanzó el su pico histórico con 89. Empero, esta curva parece haberse aplanado desde la segunda semana de enero.
En tanto, los dos registros de muertes por la enfermedad también reflejan una meseta. Tanto el registro de muertes no violentas del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), como el de muertes covid oficiales de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), grafican una desaceleración de las muertes en la región.
Respecto a los nuevos casos, la media de la última semana de febrero fue de 417. Durante este mes no se superó el promedio pico de la última semana de enero, cuando se registró un cociente de 509 contagios. La tendencia de los casos activos también está aplanada y varió muy poco en los últimos treinta días.
La positividad y el número de pruebas aplicadas repiten la misma historia que las métricas anteriores. Ambas parecen estancadas durante el segundo mes del 2021. Incluso, registran algunas caídas en sus promedios.
No bajar la guardia frente a meseta
El comportamiento de las estadísticas revisadas apunta hacia una meseta en la segunda ola. Ya sea por el éxito en las medidas de contención o por factores aún indeterminados como la manida inmunidad de rebaño. No obstante, el peligro de la pandemia aún está vigente y costándole la vida a cientos de arequipeños.
Pese al aplanamiento en algunos indicadores, el número de muertes covid del 2021 es importante. En lo que va del año, hasta el 26 de febrero, se produjeron 734 defunciones por coronavirus confirmadas. Es decir, el 23% de las 3 mil 109 que se contabilizan en primera y segunda ola. Asimismo, la comparativa según meses muestra que febrero fue el tercer mes con más fallecimientos por la pandemia en Arequipa, solo por detrás de julio y agosto.
Para Javier Gutiérrez, decano del Colegio Médico del Perú en Arequipa, la relajación de las restricciones llega en mal momento. La meseta de la que dan cuenta las cifras no implica que la segunda ola este en descenso. En declaraciones a La República, advirtió que estaríamos frente a un ascenso lento y progresivo. El mismo que podría incrementar su velocidad con la reapertura de actividades comerciales. Bajar la guardia puede ser mortal.
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