La noche del 5 de mayo, las protestas en Colombia registraron impactantes imágenes de heridos, entre ellos, Lucas Villa, un joven que recibió 8 balazos a quemarropa en medio de una marcha pacífica que se realizó en el Viaducto de Pereira. Él y otras 2 personas se debaten entre la vida y la muerte. Los responsables aún no han sido identificados.
El estallido social en Colombia que comenzó en noviembre del 2019 contra políticas económicas y sociales del presidente Iván Duque ha resurgido con fuerza. Las protestas y la represión que vino desde el gobierno, ha dejado como saldo hasta el momento 19 muertos y 89 desaparecidos según la Defensoría del Pueblo. Pero otras organizaciones de derechos humanos como la ONG Temblores ha contabilizado 31 muerto, más de 800 detenciones arbitrarias y 1 443 casos de violencia policial solo entre el 28 de abril y el 4 de mayo.
Videos difundidos en diferentes redes sociales demuestran las duras acciones de militares y policías contra los manifestantes quienes en su mayoría son jóvenes.
Mientras tanto Iván Duque atribuye la violencia en Colombia
a infiltrados de grupos guerrilleros y terroristas, “vándalos” que aprovechan para saquear el comercio. Estas declaraciones
acabaron con una noche violenta en la madrugada del 5 de mayo que terminó con 15 puestos policiales incendiados, en algunos casos, con policías adentro.
La Onu y la Unión Europea pidieron al Gobierno de Colombia que cese la represión contra las protestas. Para intentar poner paños fríos Duque tiene ahora un nuevo ministro de Hacienda que busca consensos para una nueva reforma tributaria, menos ambiciosa. Pero el descontento social de la población colombiana asegura que no pararán hasta derrocarlo sin importar la pandemia del coronavirus
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