āAhora me siento mĆ”s tranquiloā, responde el profesor Augusto Castillo Quispe, de 33 aƱos, despuĆ©s de recibir este martes la primera dosis de la vacuna de Sinopharm. Se trasladĆ³ desde CamanĆ” hasta Arequipa al enterarse que era uno de los 3 mil 708 docentes incluidos en el proceso de vacunaciĆ³n que se efectĆŗa este 6 y 7 de julio.
Mientras aguarda sentado en la improvisada sala de espera del complejo CĆ©sar Vallejo, en el distrito de Paucarpata, nos cuenta acerca de su labor en tiempos de pandemia. Lleva mĆ”s de 11 aƱos enseƱando en las escuelas mĆ”s alejadas de la regiĆ³n. Este aƱo pidiĆ³ su transferencia a un colegio ubicado en el centro poblado La EspaƱolita, en el distrito de ChĆ”parra, provincia de CaravelĆ, donde enseƱa a 26 alumnos de tercero y cuarto aƱo de primaria.
āEl trabajo es mediante llamada telefĆ³nica, por WhatsApp y en algunos casos es por Google Meet. En CaravelĆ la seƱal de internet es baja, los alumnos sufren para conectarse, pero en la medida de las posibilidades tratamos de llegar al estudianteā, relata.
Los padres de familia instalaron con mucho esfuerzo internet satelital, pero la conexiĆ³n es limitada, agrega. Por lo que debe viajar continuamente a la zona para hacer un refuerzo de las lecciones a sus alumnos. Desplazarse a la EspaƱolita es un problema ya que la movilidad desde Chala le cuesta 170 soles y los maestros de su escuela no estĆ”n considerados para recibir el bono de 500 soles que da el Ministerio de EducaciĆ³n a los maestros de zonas rurales.
El aƱo pasado, a mediados de diciembre, le dio la enfermedad, justamente al realizar parte de su trabajo como docente. Pero logrĆ³ recuperarse. Ahora que ha recibido su vacuna espera retornar pronto a las clases presenciales junto a sus alumnos, nos comenta.
Las dificultades de la enseƱanza en la pandemia
El profesor Vicente Salhua Quispe, de 48 aƱos, trabaja en el colegio 40458 San Juan Bautista de Cayarani, en la parte alta de la provincia de Caylloma. Hace dos meses se contagiĆ³ de covid-19, al igual que varios colegas suyos. āEstoy mĆ”s tranquilo, espero empezar a realizar las cosas que hacĆa antesā, nos dice.
Con mĆ”s de 25 aƱos en la docencia, nos dice que, debido a la falta de conectividad en la zona, algunos estudiantes suyos tuvieron que abandonar la escuela. āLas tablets (entregadas por el Estado) se han distribuido, pero falta actualizar algunos datos y no tienen internet ā.
Este mismo problema tambiƩn le ha tocado presenciar a la profesora Soledad Hancco Santander, de 36 aƱos, que enseƱa en el IE Huaytapampa, en el distrito de Salamanca, en Condesuyos.
Ella es la Ćŗnica docente que conocen los cinco alumnos inscritos en esta instituciĆ³n. Todos cursar el nivel primario y dos de ellos estĆ”n reciĆ©n aprendiendo a leer y escribir.
āEn Huaytapampa mayormente las instituciones unidocentes son alejadas, y tenemos poblaciĆ³n de todos los grados. Los alumnos necesitan internet, es muy necesario, pero como no todos tienen por eso muchos colegas tenemos que viajar, tambiĆ©n somos directores, no contamos con personal administrativoā, explica.
Ella se traslada en bus hasta Chiquibamba y luego hasta llegar al anexo de Salamanca. Un viaje que le demanda aproximadamente 8 horas y que le genera un gasto de mĆ”s de 300 soles. āEs la vocaciĆ³n y la necesidad. Tengo 12 aƱos de servicio. Trabajo en zonas alejadas y se me ha hecho una costumbreā.
El aprendizaje que deja la pandemia
Los maestros que enseƱan en zonas rurales se han hecho aliados de los padres de familia para evitar que los niƱos pierdan la escuela. Angela Davis Puma, profesora de 45 aƱos, indicĆ³ que han tenido que concientizar a los padres en reuniones virtuales para que motiven a sus hijos.
āEn el caso mĆo habĆa 3 niƱos que no tenĆan conexiĆ³n (a internet), yo como docente fui a buscar al papĆ”, al tĆo, para que no lo abandonen. Yo no tengo ningĆŗn niƱo que haya desertadoā, resalta la maestra sobre los resultados de su trabajo en el colegio 72024, en el distrito de Saman, Azangaro, Puno. Ella consiguiĆ³ el aƱo pasado su nombramiento.
A Milagros Quispe Condori, de 25 aƱos, la pandemia le ha permitido tener mĆ”s empatĆa con sus alumnos y ser perseverante con ellos.
āYo enseƱo a nivel secundario a partir de primero a quinto aƱo, en el Centro Rural de FormaciĆ³n y Alternancia Choco, (Castilla). AhĆ es donde yo he visto en carne propia como los estudiantes han hecho hasta malabares para estar al corriente de su aprendizaje. Ellos caminan tres horas, llaman al docente porque se sienten motivados y eso a nosotros tambiĆ©n nos motivaā.
La enseƱanza semipresencial en Arequipa
El Gobierno Regional de Arequipa (GRA) dispuso el 19 de abril que 17 instituciones educativas de la regiĆ³n Arequipa inicien labores semipresenciales en provincias como Castilla, CaravelĆ y La UniĆ³n. En esta Ćŗltima el nĆŗmero de escuelas aumentĆ³ hasta 33, beneficiando a por los menos 500 estudiantes, seƱalĆ³ la directora Nancy Apaza.
Es por esa razĆ³n que los docentes que laboran en esta provincia fueron considerados en este primer grupo de vacunaciĆ³n. Luego del periodo vacacional, los maestros se integraron a sus escuelas el pasado 21 de junio. Cumpliendo los protocolos sanitarios, el dictado de clases de realiza no mĆ”s de 4 horas al dĆa y se completa con la enseƱanza virtual.
āLa vacunaciĆ³n es importante porque los maestros van a volver y vamos a trabajar con los niƱos. Ya que allĆ” un profesor trabaja con 4 a 10 niƱos y hay suficiente espacio que evita que se contagienā, indica.
Pese a las condiciones desfavorables que se encuentran en las zonas remotas la tecnologĆa ha sido el puente para que los niƱos y jĆ³venes sigan sus estudios. Aunque, aĆŗn falta trabajar en ellos ya que la brecha digital aĆŗn es enorme, explicĆ³.
La directora estuvo presente en el vacutario identificando a los docentes de la Ugel La UniĆ³n que no recibieron vacuna. Nancy Apaza indicĆ³ que la Gerencia de Salud Arequipa les comunicĆ³ que vacunarĆ”n a los docentes que no pudieron trasladarse hasta el vacunatorio.
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