Una vez vencida la amenaza española con el triunfo del 2 de mayo de 1866, la oposición política al gobierno liberal de Prado presionó y consiguió que el 28 de julio de ese año, el gobierno dictatorial convoque a elecciones presidenciales y parlamentarias. Sin embargo, la tal convocatoria no satisfizo a los opositores, tanto porque el coronel Prado no disimulaba sus intenciones de ser candidato, como porque las disposiciones electorales del gobierno no mandaban renunciar al Presidente Provisorio, en el caso de ser candidato (y ese era el caso de Prado) y, porque, además, los mismos dispositivos exigían que, para ser elector, se debía haber pagado la Contribución Personal – una especie de impuesto a la renta creado por el gobierno de don Mariano Ignacio y que recibió el repudio general -.
Por eso, José María Químper, liberal, arequipeño y Ministro, que seguramente fue el de la iniciativa de la famosa contribución, declaraba ufano: “TODOS VOTAN: PERO TODOS PAGAN”.
El proceso eleccionario se caldeó más cuando José Balta, voceado candidato opositor, fue apresado, deportado a Chile y borrado del Escalafón Militar por el Gobierno. Prado llevó a cabo elecciones – a como dé lugar – entre el 23 y el 31 de octubre de aquel año, siendo candidato único él mismo; y electores, sólo los que habían pagado la famosa Contribución Personal. A pesar que el gobierno – para hacer cumplir sus disposiciones – estableció que por ese año; la Contribución Personal consistiría en cuota VOLUNTARIA que, por añadidura, daba derecho a intervenir en una gigantesca “Rifa Nacional”, parece que le hicieron poquísimo caso.
En la ciudad de Arequipa – que en la época tendría unos cuarenta mil habitantes – sólo votaron ¡¡¡666 electores!!! (La Bolsa. 8 de Noviembre de1866. Pág.1) y esto que la ley posibilitaba el voto a los “empleados públicos, militares y clases del ejército”. En el resto del país hubo tendencias similares, lo que valió para que un comentarista del diario limeño “El Comercio” retrucase al Ministro Químper; señalando: “POCOS PAGAN Y MENOS VOTAN”.
Juan Guillermo Carpio Muñoz
Texao. Arequipa y Mostajo. La Historia de un Pueblo y un Hombre
TOMO I. Pág. 113
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