El gobierno de Perú es consciente de la necesidad y el potencial de desarrollar una legislación sobre el juego online. A tal fin, en 2018 se lanzó una propuesta legislativa, el Proyecto Normativo para los Juegos y Apuestas Deportivas a Distancia utilizando el internet o cualquier otro medio de comunicación.
Aunque sin duda era una iniciativa encomiable, lo cierto es que por diversos motivos no llegó a materializarse y quedó paralizada. Ahora, con la entrada del nuevo gobierno encabezado por Pedro Castillo, el nuevo rumbo político puede ser la clave de cara a impulsar definitivamente una regulación del juego online en Perú.
Lo cierto es que, en marzo de este año, el ex-miembro del Congreso Peruano por el partido Alianza para el Progreso (APP) Walter Azcona ya presentó una propuesta legislativa con el objetivo expreso de “regular las apuestas deportivas a distancia y los juegos de azar por internet”.
En su proyecto se proponía gravar la actividad a través del establecimiento de un impuesto del 12% sobre los ingresos de los operadores de juego online, tanto casas de apuestas como casinos en línea,y canalizar la recaudación obtenida hacia iniciativas en favor de la cultura y el deporte en el Perú.
Asimismo, planteaba un sistema de licencias o autorizaciones a operadores de juego, emitidas por unidad Autoridad Competente creada a tal efecto. La duración máxima de las licencias de actividad serían seis años, siendo este periodo renovable en caso de solicitarlo con seis meses de antelación.
Una situación sanitaria que está acelerando tendencias
Es innegable que la pandemia está cambiando hábitos a todos los niveles, y entre ellos los del jugador apostante. El juego online va en clara trayectoria ascendente en Perú, y por eso se hace cada día más urgente desarrollar una normativa que controle las actividades de los operadores y proteja a los más vulnerables dentro del entorno de juego digital.
Así como ocurre en otros países y mercados, la tendencia a migrar de lo presencial a lo digital se está imponiendo con fuerza en el Perú. Es un proceso imparable, por eso el nuevo gobierno debe agarrar el toro por los cuernos. Y adoptar un sistema regulatorio que, además, sea capaz de generar ingresos para las arcas públicas del país andino.
A este respecto es relevante mencionar el ejemplo de Colombia por su aproximación a la industria del juego y las apuestas en línea. El país cafetero tiene una regulación expresa sobre el juego por internet y existe una empresa pública, Coljuegos. Que se encarga de autorizar, controlar y fiscalizar a los operadores de juego online.
Apoyándose en ello, el Estado Colombiano puede recaudar ingentes cantidades todos los años. En concepto de derechos de explotación a las empresas de juego en línea autorizadas. Y los recaudos son canalizados para el mejoramiento del sistema de salud colombiano. Revirtiendo por tanto de forma positiva en la sociedad y el país en conjunto.
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