El conflicto en Atico sigue dejando testimonios de los involucrados, esta vez los sicarios. El diario La República pudo acceder a carpeta fiscal con los testimonios de 5 exmarines que participaron en el operativo. Estos cuentan cómo fueron contactados y llegaron a la zona donde ocurrió el altercado que cobró más de 14 vidas y dejó muchos heridos, además de un conflicto minero que la justicia trata de resolver.
¿Cómo llegaron a Atico?
Según lo que dice la carpeta de la Fiscalía de la Criminalidad Organizada cuya titular es María Cabana Ocsa, uno de los exmarines es Richard Oscar De la Cruz Apolinario, exsoldado del Ejército Peruano que brinda seguridad. Fue un amigo suyo, Juan Carlos Iman Sernaque, quien el 31 de mayo pasado le hizo una oferta laboral para la mina Intigold Mining en Atico. La paga iba a ser S/ 200 y S/ 300 diarios, con el régimen de 20 días por 10 días de descanso. La noche de ese mismo día, se encontró con otras 6 personas, incluido su amigo Iman Sernaque en un terminal. Uno de ellos se presentó como “Quaker” (Albert Vilcapuma Aragonéz) y viajaron hasta Atico, llegando a las 8 de la mañana del 1 de junio.
Según indica la declaracion de De la Cruz, fue “Quaker” quién les pagó todo: los pasajes, el hospedaje y las tres comidas del día. A las 5 de la tarde de ese día se movilizaron a las instalaciones de Intigold Mining. En el ingreso esperaron hasta las 11 de la noche y se unieron a 30 vigilantes sin uniforme y 40 mineros con ropa de trabajo. Señaló que era ‘Quaker’ quien los lideraba, junto a otros tres que se hacían llamar ‘Bamban’, ‘Mono’ y uno más cuyo alias no recuerda. Ellos sacaron de dos costales de rafia munición que repartieron a los vigilantes.
Versiones similares
Iman Sernaque, Kevin Tamani Gonza, Christofer Morales Tineo, Yesperson Paitan Castro y Pedro Flores Neira declararon versiones de la historia similares. Ellos aseguran que no sabían del propósito de su contratación en Intigold Mining. Indican que resultaron víctimas del intercambio de fuego el 2 de junio y que terminó con la muerte de 14 personas. Señalan que se escondieron y solo realizaron disparos al aire o al suelo e intentaron escapar de los mineros de Calpa Renace.
Sin embargo, la fiscal de Crímen Organizado María Cabana Ocsa, tiene otros elementos de convicción que comprobarían que los exmarinos mienten en esta ultima parte de su declaración. Además, cuentan con el testimonio de otro exmarino contratado que confesó que se dio cuenta del operativo ilegal y que vio a gente de mal vivir armada.
¿Estas versiones podrían no ser totalmente ciertas?
Es Gary Gabriel Campos Saer quien cuenta que fue reclutado a través del grupo de Whatsapp “Bulldoger” de la Corporación Bulldoger Security SAC. Allí anunciaron que se necesitaba personal de vigilancia y compartieron un teléfono, al cual respondió “Quaker”. Desde la parte del terminal la narración de hechos es parecida a la de De la Cruz. Sin embargo, Campos preguntó a “Quaker” y él evitaba responderle. Cuando llegó al lugar sin respuesta, “al ver hombres con armas largas y pistolas, le dije que no, que me iba a quedar ahí”, narra. Pero Quaker le dijo que si se quedaba podrían robarle. Siguieron subiendo al cerro.
“Cuando llegué me di cuenta que ese trabajo era algo ilegal (…) había gente armada de mal vivir y algunos tapados con pasamontañas y con diseños de calavera. Algunos con uniformes camuflados, chalecos antibalas y chalecos tácticos”.
Gary Gabriel Campos Saer
Luego de decidir volver bajo su propio riesgo, se encontró con un patrullero de la Policía Nacional y le confesó lo que estaba pasando. Por esto, la fiscal Cabana Osca señala que algunos de los intervenidos no dieron una versión completa y verídica.
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