ACTUALIZACIÓN: En el último día de la legislatura, a solicitud de la congresista del Partido Morado, Susel Paredes, se votó una reconsideración de esta decisión. Así, se aprobó la realización del evento de la OEA en el país.
NOTA ORIGINAL
El pleno del Congreso votó en contra del proyecto de resolución legislativa para aprobar el acuerdo entre el gobierno de Perú y la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), a fin de celebrar en nuestro país, el quincuagésimo segundo periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General. La razón fue que pedían contar con un “baño neutro” para los asistentes al evento.
El congresista Ernesto Bustamante de Fuerza Popular, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, cuestionó que, en el extenso documento del acuerdo se incluyera un anexo sobre el uso de baños. En dicho acápite indican que el Gobierno peruano debe “proporcionar, además de los baños comunes, baños individuales y al menos un baño neutro”.
En ese sentido, Bustamante dijo que sí está a favor de que la asamblea se realice del 5 al 7 de octubre en Perú. Sin embargo, añadió que el problema está en que, en el acuerdo “se está metiendo de contrabando”, el concepto de “ideología de género”. En ese sentido, el legislador recomendó a la representación nacional no aprobar el proyecto de resolución legislativa.
Bustamante enfatizó que el anexo referido al uso de baños es totalmente innecesario y debe ser borrado del documento de 199 páginas. “Mi posición personal es no votar a favor de esta ratificación. Y pedirle a la OEA y a nuestro representante en la OEA que, por favor, no suscriban un acuerdo que contenga de contrabando otro tipo de intenciones legislativas en nuestro derecho interno”.
Otro incidente con la OEA en el pasado
El legislador fujimorista aclaró que su postura no era ningún ataque a las personas con orientación sexual distinta; sino que el problema es el contrabando de conceptos sobre ideología o identidad de género.
Y si bien dijo que no estaba en contra de la realización de la asamblea general de la OEA, esta postura recordó otro hecho ocurrido desde el Congreso hacia dicha organización internacional.
El pasado 30 de marzo, la congresista Patricia Chirinos (Avanza País), cuando promovía la vacancia presidencial, “denunció” a los observadores de la OEA. Esto, porque no quisieron recibirle el ‘fólder de la corrupción’ con el que se demostrarían las infracciones en las que habría incurrido el mandatario. Y culminó su participación agrediendo a los miembros de la OEA, calificándolos de estar “encerraditos” y que el rechazo a su folder era un acto de “violencia contra la mujer”.
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