Un 16 de diciembre de 2020, el club FBC Melgar anunció a Néstor Lorenzo como su flamante nuevo director técnico. Entró por la puerta estrecha, con pesimismo y entre burlas. Casi nadie apostaba ni confiaba en su trabajo. “Un argentino más”, “Otro experimento”, “Solo traen asistentes”, “Basta de parrilleros”, son algunas de los calificativos que recibió. Este sería el primer equipo que dirigiría a nivel profesional y él tenía la titánica misión de devolver la confianza al equipo, a los hinchas, revertir los malos números y, quizás, callar algunas bocas. Lo logró.
Ahora se va por la puerta grande con dos logros históricos, todo un continente alabando su trabajo, un país agradecido, una ciudad orgullosa y un estadio repleto coreando su nombre. Además, los números y los resultados lo respaldan: 63 partidos jugados en dos temporadas, con 35 victorias, 95 goles a favor, un Torneo Apertura ganado y una histórica clasificación a cuartos de final en la Copa Sudamericana.
En menos de 2 años, para ser más exactos 566 días, consiguió escribir su nombre con letras doradas (pero no de las que se caen) en la historia del FBC Melgar. Desde 2015, año de su Centenario, el Melgar no campeonaba en el torneo peruano. Imposible no mencionar a aquel imparable plantel arequipeño que también tenía a Bernardo Cuesta como referente y goleador. Aquella ocasión, lo hizo tras 34 años de espera.
Esta vez, solo tuvimos que esperar 7 años para que el Dominó vuelva a tener todos los reflectores del público peruano, que viene de soportar una dolorosa eliminación en el infame repechaje a Qatar 2022. Cómo no sentirse orgulloso que un equipo “provinciano” sea el único representante peruano en torneos internacionales. Fue líder en su grupo y logró la hazaña en Arequipa.
Ahora, es el favorito de las apuestas y el nuevo engreído de los comentaristas capitalinos. Para esto, se necesitó arduo trabajo, un plantel concentrado y motivado, entrega, hinchas devotos, pero sobre todo, una persona que lidere y conduzca el equipo. Esa persona es argentina, tiene 56 años y se llama Néstor Gabriel Lorenzo. Si llegaste hasta aquí y recordaste que tú también desconfiabas de su trabajo, tranquilo, tranquila, aún puedes subirte a la “Lorenzoneta”, hay espacio para todos. Aunque ya va de salida.
De Arequipa para el mundo, o mejor dicho, para Colombia
Lorenzo nació en Buenos Aires. Empezó su carrera en las inferiores del Argentinos Juniors, para luego debutar profesionalmente en 1985 en la posición de defensor. Pasó por el S.S.C. Bari de Italia, el Swindon Town de Inglaterra, el San Lorenzo, el Banfield y hasta jugó por un corto tiempo en el Boca Juniors. Vistió los colores de su país jugando en los Juegos Olímpicos de 1988 y disputando la final del mundo de Italia 90 junto a Diego Maradona con tan solo 22 años. Su carrera como jugador la terminó en su ciudad natal, jugando en el Quilmes.
El anuncio como nuevo director técnico de la selección colombiana cayó como balde agua fría para los hinchas del FBC Melgar. Pero en Colombia, es un viejo conocido.
Cuando los cafeteros fueron al mundial de Brasil 2014 y Rusia 2018 de la mano de José Pekerman, Lorenzo era asistente técnico. Durante 6 años, ayudó a formar una de las mejores generaciones que la selección de ese país ha tenido. Pero Lorenzo, mas que fiel a la tricolor, fue el discípulo de su maestro Pekerman. Entre 2000 y 2002, lo asistió en la Sub-20 de Argentina y también en el Toluca y Tigres de México durante la temporada 2007-2008. Ahora, tendrá la difícil tarea de regresar a Colombia a un mundial, pero sobre todo, de continuar y mejorar el legado que Pekerman dejó en la selección.
Este 3 y 6 de julio, Néstor Lorenzo dirigió su penúltimo y último partido con el Melgar. Dos hazañas seguidas. En Sullana, el domingo y en el estadio monumental de la UNSA, el miércoles. Venció al Deportivo Cali, irónicamente colombiano, para pasar a los octavos de final del segundo torneo más importante de Latinoamérica.
Corazón de león: Lorenzo se va del FBC Melgar por lo grande
“No imaginábamos esto, sí, lo soñábamos”. Con estas palabras, Néstor Lorenzo inició su emotiva participación en la conferencia de prensa luego de ganar el partido.
En su primera temporada con Melgar, logró posicionar al equipo en quinto lugar con 40 puntos y clasificando a la Copa Sudamericana del 2021. Los rojinegros pudieron avanzar de la Fase I, luego de vencer a Carlos Mannucci. Aunque en ese torneo fue eliminado por Paranaense de Brasil (que al final serían los campeones) quedando en segundo lugar de su grupo.
La revancha la tuvo este 2022. Cuatro victorias, 12 puntos y 10 goles a favor, fueron los que sacaron del camino al Racing Club de Avellaneda (Argentina), Cuiabá EC (Brasil) y CA River Plate (Uruguay). Para los octavos, el empate contra Deportivo Cali de visita en el partido de ida nos dio la ventaja. Solo necesitábamos un gol.
El apoyo de Arequipa al Melgar fue apabullante. Los banderazos, caravanas, festejos en la Plaza de Armas y aledaños, no han cesado desde el domingo cuando se coronó campeón del apertura. Incluso desde antes.
Parece que Perú clasificó al mundial, pero no. Mejor aún, el Dominó hizo historia. Las entradas se agotaron en minutos, una marea rojinegra retumbaba el estadio de la UNSA. Padres con sus hijos, padres con sus padres, hijos con sus hijos. Influencers, periodistas. Parejas, amigos. Todos, con su camiseta de 20, 30 o más de 100 soles, listos para entonar el himno de Arequipa y gritar esa palabra bendita llamada gol.
Y llegó. Del histórico Bernardo Cuesta, el que anotó el gol del Centenario, el que se pone el equipo al hombro, el de los goles clave. Y no le bastó con uno, se hizo dos. El resto, es historia. Ustedes lo vivieron. Desde sus casas viendo la televisión o las redes sociales. Desde el mismo estadio o afuera. Vendiendo camisetas o comprándolas. Saben que Arequipa es fiesta y no es necesario describir más.
Para terminar, me quedo con este pequeño discurso que Néstor Lorenzo dio luego del partido en la conferencia de prensa. Resume la esencia del Melgar, el compromiso de sus jugadores y su increíble campaña. Gracias.
“Muchas cosas de las que pienso las dice Bernardo en esa frase: la humildad, el trabajo en equipo, la ambición sana de querer ir a buscar siempre el partido y ser protagonista en cualquier lado. Y que se pudo con trabajo y con humildad. Cada día, todos aprendíamos algo y eso lo entendieron desde el primer día. Un grupo muy receptivo, muy humilde, pero humilde con corazón de león. La verdad que se mataban. Es muy difícil jugar contra el Melgar, contra estos pibes, porque están convencidos de lo que quieren”.
Néstor Lorenzo, actual técnico de la selección colombiana
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