Hugo Riveros: “El teatro puede ayudar a construir nuevos seres humanos”

Con motivo del aniversario de Umbral, conversamos con su fundador sobre su labor de promoción del arte, la evolución del centro cultural y sus metas a futuro.

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(Foto: Alexandra Montoya – “El Búho”)

Este domingo se cumplen ocho años desde la fundación del Centro Cultural Umbral. Una asociación dedicada a difundir y producir arte en nuestra ciudad. Con ese motivo, conversamos con su fundador Hugo Riveros Morales, uno de los directores de teatro y difusores culturales de mayor trayectoria en Arequipa.

El primer “empujón” hacia el teatro

Riveros cuenta que, al igual que muchos jóvenes, su amor por el teatro nació en el barrio y las parroquias. Confiesa que al principio le parecía “medio ridículo” cuando hacían aquellos sketchs en las efemérides, pero que su grupo de amigos lo convenció de actuar.

Vestido de juez, a punto de entrar al escenario, se arrepintió. Sin embargo, un buen amigo le dio aquel primer empujón que lo ayudó a ver que ese espacio era lo suyo. Así, se dio cuenta que eso era lo que quería hacer el resto de su vida.

Me gustó mucho la presencia del público, la energía, el contacto con los otros compañeros…desde la mirada de un adolescente muy jovencito de quince años probablemente. Por ahí digamos que fue el impulso que me empujó, que me hizo descubrir esta especie de vocación. Esta pasión por el arte en general, y el teatro en específico.

Hugo Riveros.

Esa pasión junto a la necesidad de contar historias, y poder decir lo que uno piensa y siente del mundo, de la humanidad y del ser humano. Sin necesidad de dar lecciones. “El teatro no evangeliza, no nos dice cómo debemos vivir. Nos dice cómo es la vida”.

teatro Umbral
Con la obra “Ella se llama Micaela”, en noviembre de 2021.

Desde Arlequín hasta Umbral

Años después, Riveros recuerda encontrar en la calle a su viejo amigo Mario Azálgara, a quien admiraba por su constancia y vocación. Aunque en ese entonces ambos estaban un tanto desilusionados y desamparados con la vida. Así decidieron crear juntos un grupo de teatro, el emblemático Arlequín, en el año 1978.

En 1982, siendo aún muy joven, lo llaman para dirigir el Elenco Municipal de Teatro. Un elenco de actores mayores, al cual se unió con nuevas propuestas. Lo hizo hasta el 2002, cuando tomó la dirección de la Compañía de Teatro Arequipa. Sin embargo, cuatro años después decidió dejar el teatro.

“Ya no quería saber nada con el teatro, porque la relación con los gobiernos locales o con el municipio era muy dura para este aspecto”. Señala que era complicado lidiar con la burocracia, los espacios o los vigilantes. No podían quedarse a ensayar hasta tan tarde.

En esa incertidumbre nació un sueño. “Yo decía: algún día tengo que tener un espacio donde yo pueda cerrar la puerta a las dos o tres de la mañana si quiero. Ensayamos y nos vamos”. La oportunidad se presentó cuando encontraron un espacio en la calle San Francisco, que hoy conocemos como Umbral.

Un lugar especial para el arte arequipeño

Riveros explica que Umbral es un proyecto holístico, donde se potencian ejes como la danza, el teatro, la música y el cine. Este último ha tenido mayor difusión este año, gracias al fondo económico que recibieron del Ministerio de Cultura. Un fondo importante para la difusión del cine, en este caso del cine alternativo.

Ese cine que no tiene cabida en el cine comercial. En el cine comercial ya sabemos lo que hay, el menú es muy pobre en cuanto a contenido. Aunque es bastante bueno para el entretenimiento en general, es un poco pasivo. Pero el otro cine, que busca mucha gente y que no lo encuentra en esas salas, está acá.

Hugo Riveros.

Por otro lado, en Umbral también encontraron nuevos caminos para proporcionar información a los más jóvenes. Esto, a través de una serie de talleres que les permitan descubrir espacios dónde puedan desarrollarse. Para “encontrar diferentes posibilidades y que en alguna de esas encaje su talento, espíritu, ganas y su pasión”.

Riveros agrega que, con estos espacios que ofrecen, muchos lo toman como un instrumento para su desarrollo personal en la vida. Y otros encuentran en el arte, y la cultura en general, un trabajo para su vida entera. “Encontrando en esos metros cuadrados del escenario, sus metros cuadrados de la vida”.

El teatro no construye nuevas sociedades, pero sí puede ayudar a construir nuevos seres humanos. Y ya es un buen inicio, cuando uno comienza a construirse de otra manera.

Hugo Riveros.

Una anécdota para el recuerdo  

Con mucha ilusión, Riveros nos cuenta quizá el momento más emblemático que vivieron en estos años. En el 2014, cuando aún estaba reestructurando el lugar y el techo era de madera y calaminas viejas, montaron la obra de teatro “Bolognesi en Arica”. Desde Lima, vino Alonso Alegría a dirigirla con un elenco de actores arequipeños.

Recuerda que fue una bonita experiencia y simbólica, ya que no se había dado cuenta que habían empezado a ensayarla un 26 de mayo (día de la Batalla del Alto de la Alianza, en el marco de la Guerra del Pacífico). En medio de una construcción, con el olor a fierro y el frío por la ausencia del techo.

Pero los actores lo asumieron con una vocación elogiable. Es un grupo de actores a los que quiero mucho personalmente, porque asumieron ese reto por amor al arte. Sin pedir comodidades ni nada. Estuvieron acá con el polvo y la tierra, casi como estuvieron los mismos soldados en Arica.

Hugo Riveros.

Si bien al comienzo no había mucho público porque la sala no era conocida, señala que Héctor Cornejo les propuso salir a la calle disfrazados para invitar a la gente a que entraran gratis. Y así lo hicieron un par de veces. Hasta que rindió frutos, ya que las últimas semanas las funciones estaban repletas.

Me acuerdo que era muy emocionante ver a la gente como vibraba con la obra, porque además de eso encontramos en parte nuestra historia, lo que no vemos normalmente. A los seres humanos que pasaron ese momento tan convulsivo en sus vidas, sabiendo que al otro día podían morir. Yo creo que pocas personas en la humanidad saben que pueden pasar eso y están condenados a una muerte, pero que tienen que hacerlo solamente por un deber. Era una lección de vida, incluso para esta época donde todos piensan solo en sí mismos.

Hugo Riveros.

Reactivarse tras la pandemia y los planes a futuro

Al igual que todos, se encontraban en una incertidumbre. De pronto se preguntaron si Umbral podría sostenerse después de estar cerrado por un año. Riveros comenta que felizmente los propietarios del lugar les bajaron el costo, y el fondo de reactivación también los ayudó bastante.

Gracias al Ministerio de Cultura podemos decir que se ha sostenido esto. Hubiéramos querido que muchas salas que se han cerrado también hubieran tenido esa oportunidad. Pero el camino sigue, y estamos en eso.

Hugo Riveros.

En el futuro, Riveros ve al centro cultural como un espacio con mucha circulación de gente. Cosa que no es muy lejana, puesto que a diario podemos ver cómo la gente entra y sale de las diversas actividades que presentan. El cine durante la semana, y el teatro los fines de semana.

Yo tuve una idea y la sostengo. Quisiera hacer un centro de acopio a la cultura arequipeña. Un centro donde podamos recoger todo lo que se ha producido culturalmente y tenerlo a la mano del público.

Hugo Riveros.

Agrega que también esperan salir con este proyecto a otros lugares el próximo año. Llevar obras de teatro, cine y talleres a pueblos jóvenes y lugares donde no llega el arte. “Nos va a costar, pero quizá al futuro podamos tener el apoyo de otras instituciones para que ayuden”.

Tomar riesgos por amor al arte

Antes de terminar la entrevista, le preguntamos qué les aconsejaría a los jóvenes que sueñan con entrar a este mundo. A lo que respondió que hay que arriesgarse y ponerle pasión y amor a lo que se hace.  

Si sienten que en su vida hay una necesidad de decirle al otro lo que uno cree y piensa, a través del arte, eso es un excelente punto de partida. Si sienten que el teatro, cine, danza o música son los instrumentos, pues hay que darle toda su vida a esto.

Hugo Riveros.

Riveros tomó ese riesgo hace muchos años. Y hoy, sentado en la hermosa sala de Umbral, siente que hasta el momento ha hecho bien su trabajo. “Siento que esto tiene que ser sostenible, y hay gente alrededor que ha venido trabajar con nosotros que lo van a hacer sostenible”.

Con mis socias, cuando inauguramos este trabajo, sentimos que [Umbral] es un proyecto de vida. Y que por ahí sirve mucho para un Arequipa que queremos, más amable y democrática, con puentes de comprensión entre los seres humanos.

Hugo Riveros.
Riveros espera que Umbral se convierta en “un centro de acopio a la cultura arequipeña“. (Foto: Alexandra Montoya)

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