Deslizamientos de tierra en el Valle de Vítor han reducido el cauce del río del mismo nombre, que podría quedar obstruido. Además, pone en riesgo cientos de hectáreas de cultivo por un posible represamiento de agua. Esto se debe al uso irracional de agua de la irrigación de La Cama, en el distrito de la Joya.
Los agricultores mencionan que estos deslizamientos comenzaron en 1990. Fue para el 2017 que se agravaron, ya que la Autoridad Autónoma del Agua (ANA) autorizó el incremento de agua para la irrigación de La Cano. El incremento fue de 5mm³ hasta 10mm³ de agua que tenían autorizados los agricultores. Esto causó el empozamiento subterráneo del agua y el consecuente deslizamiento de toneladas de tierra en el zona. El mal sistema de riego provocó el avance de los deslizamientos en cerca de 100 metros, en solo 2 años en el valle.
Los deslizamientos ocurren en diferentes tramos del valle. La tierra cae de forma que levanta nubes de polvo y va reduciendo el ancho del río. Este avance de le tierra de debe a que el agua excedente de las irrigaciones ubicadas metros más arriba se filtraron en el suelo. Esto empezó a empujar la tierra que cae al valle de Vítor.
Zona afectada por deslizamientos en Vítor y falta de soluciones técnicas
La parte en la que el río ha perdido cauce es en Punillo. Un informe del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico del 2020, dice que desde el 2018, avanzó 100 metros hacia el valle. Dejó afectadas chacras que fueron sepultadas por la tierra, además de reducir el cauce del río.
Piero Zenteno, gerente técnico de la Junta de Usuarios de Vítor, señaló que desde el 2016 los deslizamientos comenzaron a incrementar. El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) visitó la zona y programó una reunión para el martes 25. Una solución a corto plazo es ensanchar el cauce del río para evitar un represamiento, aún más cuando la época de lluvia se acerca y el río crece.
Sin embargo, esto perjudicaría a los agricultores. Tendrán que ceder parte de sus terrenos para dar paso al cauce de emergencia. Zenteno dijo que desde el 2016 no se aborda una solución técnica, solo mitigación. Además, añadió que no solo los agricultores se ven afectados, también la fauna del río, como los camarones, que suelen morir por la arena de los deslizamientos que invade las aguas.
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