Arequipa llega al 2023 con gran cantidad de vías rotas y obras inconclusas (VIDEO)

Los últimos meses del mandato de autoridades municipales, son siempre los favoritos para iniciar obras o tratar de culminarlas. Así, al finalizar el 2022, las municipalidades de diversos distritos de Arequipa rompieron pistas a diestra y siniestra, lo que ha provocado un tráfico infernal y la molestia natural de los usuarios.

El bloqueo de arterias ha convertido en una pesadilla el desplazamiento de los ciudadanos, especialmente en horas punta a lo que se suma los inconvenientes que provoca la temporada de lluvias. La gerencia de Desarrollo Urbano de la municipalidad Provincial, señala que estas obras ya tenían programado un inicio de ejecución, sin embargo explican que quizá se haya dado una coincidencia con otras municipalidades distritales, que tienen autonomía en sus jurisdicciones.

“La gestión se ha caracterizado por descentralizar el presupuesto. Se ha gestionado bastantes convenios fuera de Arequipa ciudad”.

Edward Pinto – gerente de Desarrollo Urbano MPA.

Desde el 2019 hasta el 2022, la municipalidad de Arequipa ha gestionado alrededor de 80 proyectos de importancia en ejecución, con un gasto de alrededor de 55 millones de soles anuales. De estas obras hay una en específico que viene causando mas perjuicios que beneficios a la ciudadania arequipeña: la obra del Bicentenario.

En noviembre se supo que la Contraloría General de la República no aprobó el pedido número 11 de incremento presupuestal solicitado por la MPA. Según explicó, después de 10 incrementos presupuestales ya no podía aprobar uno más por encima de los 13 millones de soles.

Este proyecto debería terminar antes de la llegada del 2023, pero dado el impase es posible que el retraso sea de dos meses más, precisamente cuando los escolares retornan a las aulas. Estos días la MPA va a volver a presentar a Contraloría el expediente para que pueda tener luz verde y terminar de ejecutar la obra.   

Sin sacrificios no hay recompensa 

Para la autoridad provincial, las municipalidades son “conscientes” de los perjuicios que se generan durante la ejecución de estos proyectos, pero esperan la comprensión de la ciudadanía que debe ver los beneficios a largo plazo. Así justificó la inundación que sufrió precisamente la obra del Bicentenario hace unas semanas ante la llegada de las primeras lluvias a la ciudad. Vecinos y comerciantes del distrito de Mariano Melgar y José Luis Bustamante y Rivero temen que el agua perjudique el avance de la obra. Suponen que ocasionará más retrasos, sin contar que vuelvan a rechazar el aumento de presupuesto de la MPA.  

Los “principales beneficiarios” viven con el temor de que colapsen las viviendas que están a la orilla de la construcción. Gaby Rodríguez, representante de los vecinos de la urbanización Santa Rosa, en Mariano Melgar, manifestó que el principal reclamo es que se les haga conocer el plan de contingencia por las lluvias; se preguntan además si es que habrá alguna exoneración a sus impuestos: “Pagamos sin disfrutar de los beneficios”, asevera. 

Pero lo que más le indigna es que la última vez que obtuvieron información sobre la obra fue hace más de 3 meses cuando el ex alcalde provincial y prófugo Omar Candia realizó una visita. El nuevo alcalde visitó la obra hace poco, pero se retiró sin hablar con algún representante o autoridad distrital.  

Estos reclamos también tienen su respuesta por parte de la municipalidad. Los funcionarios consideran que es la ausencia de participación ciudadana durante las sesiones del presupuesto participativo la que ocasionan estos malestares. Las autoridades comentan que, de hacer las modificaciones solicitadas a los expedientes antes de suscribir el contrato, se evitarían muchos de los inconvenientes que señalan los ciudadanos, pero solo después que se ha iniciado la obra. Sin embargo, ese argumento no justifica la falta de previsión de algunos de los problemas que generan ni los retrasos en las obras  

Pero no solo es la municipalidad provincial la que ocasiona estos perjuicios. Basta con darse un paseo por Paucarpata y ver el mejoramiento de las vías en el pueblo tradicional. Existe poca empatía del personal con los transeúntes que no pueden evitar caminar por ahí. Enormes cantidades de polvo es lo que deben respirar quienes se ven obligados a transitar por la zona mientras se ejecutan los trabajos.

Panorama de las vías rotas por obras en la ciudad de Arequipa

A horas de iniciar un nuevo año, Arequipa luce así. Las lineas rojas son vías que actualmente están cerradas en su totalidad o parcialmente, por las diferentes municipalidades de la ciudad. Los círculos representan a las obras viables o aprobadas que se están ejecutando o serán ejecutadas en unos meses.

Cábalas para las nuevas gestiones

Lo peor de esta situación, de obras inconclusas o mal ejecutadas y calles rotas sin ninguna planificación en la ciudad, es la percepción de corrupción que sobre ellas tiene la población. La opinión ciudadana resalta que las gestiones tienen la costumbre elaborar malos expedientes técnicos adrede, con el fin de inflar presupuestos a su medida, sobre todo en el sector de transporte.

Aún así, las nuevas gestiones ingresan prometiendo lo de siempre, cero corrupción. Por ejemplo, el nuevo alcalde de Arequipa, Victor Hugo Rivera, ha anunciado que no descarta la paralización de la obra Bicentenario en caso encuentre irregularidades en los requerimientos de ampliación de presupuestos y plazos que se han solicitado hasta el momento. Incluso aseveró que los resultados de la auditoría se darán a conocer a la opinión pública como una muestra de transparencia.

Muchos se preguntan cuál es el cuello de botella que impide que estos proyectos lleguen a representar un verdadero beneficio para la población. Ni siquiera son las leyes o excesiva burocracia las que impiden una entrega eficiente del proyecto, mas bien es recurrente la falta de un equipo profesional competente, por el famoso “favor político”. Sin mencionar que muchos de estos proyectos no cuentan con control concurrente de la Contraloría.

Queda pues, la vigilancia ciudadana. Afortunadamente, la tecnología ha avanzado y cualquier ciudadano puede acceder a esta información de carácter público, ver el avance de las obras, presupuestos iniciales y los nuevos requerimientos que hace la autoridad. Es lo que corresponde a la ciudadanía ahora que nuevas autoridades inician sus gestiones.

Un informe elaborado por Liz Rimachi y Pamela Zárate.

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