Dina Boluarte ha cambiado respecto a su etapa de candidata. Ahora es presidenta del PerĆŗ y su discurso ha dado un vuelco de 360 grados. AĆŗn cuando el expresidente Pedro Castillo se mantenĆa en el poder, a Boluarte la expulsaron de PerĆŗ Libre “por traidora”. Ella afirmĆ³ en su momento que su retiro fue por no pensar y no hacer caso al lĆder del partido que la llevĆ³ junto a Castillo al Poder, Vladimir CerrĆ³n.
Por ese entonces, solo los militantes de PerĆŗ Libre consideraban que Boluarte habĆa traicionado las promesas con las que ganĆ³ simpatĆa de los electores. Tal como se ha viralizado en diferentes videos, la actual presidenta prometĆa luchar por una nueva ConstituciĆ³n y la realizaciĆ³n de una Asamblea Constituyente. AdemĆ”s, culpaba directamente a Keiko Fujimori de fomentar el “terruqueo” contra las posturas de izquierda y querer desprestigiar la campaƱa de Castillo.
De ese discurso no quedĆ³ ni un atisbo cuando asumiĆ³ la presidencia y se llamĆ³ a sĆ misma una mujer de izquierda, pero no de una izquierda radical ni totalitaria. En todas las entrevistas que dio en televisiĆ³n, Dina Boluarte aĆŗn defendĆa a Pedro Castillo argumentando que fue un cĆrculo pequeƱo que lo llevĆ³ a tomar decisiones equivocadas.
Dina Boluarte de antes, ya no existe
Todo esto cambiĆ³ cuando los fallecidos en el paĆs se incrementaron de manera exponencial y las protestas que persisten aĆŗn cobraron mayor fuerza. En ese momento Dina Boluarte afirmĆ³ ante todos los medios que fue por culpa de Pedro Castillo que la crisis se agudizĆ³ y que no entendĆa el rechazo de la poblaciĆ³n contra ella.
Sin reconocer ningĆŗn abuso policial, la presidenta se refugiĆ³ en el apoyo del sector que mĆ”s exigĆa la salida de Castillo. Un claro ejemplo fue el llamado de Alberto OtĆ”rola como premier, asĆ como la designaciĆ³n de Carlos Becerra como gerente del Instituto Nacional de Radio y TelevisiĆ³n del PerĆŗ.
A partir de ese momento, el rechazo contra Dina Bolaurte creciĆ³ exponencialmente. Aunque para la presidenta su impopularidad se daba Ćŗnicamente por su condiciĆ³n de mujer. Pero las calles explican que a Dina no la aceptan por no haber renunciado al cargo como prometiĆ³ en su momento en caso Pedro Castillo era vacado, por haber permitido abuso policial, por culpar de violentistas a decenas de peruanos que no tenĆan nada que ver con las manifestaciones y que fallecieron por bala, bombas lacrimĆ³genas o perdigones.
Ahora la presidenta pide paz como lo hacĆa Keiko Fujimori. Manifiesta que es un “grupo minĆŗsculo” la que la quiere fuera del poder y que por el contrario su renuncia no estĆ” en juego. Por su lado, el Congreso han demostrado por todos los medios que se resistirĆ”n a salir del poder. En cambio, las protestas sociales no hacen mĆ”s que crecer.