Dos siglos mĆ”s tarde, la antigua imagen de la Virgen de Chapi (Arequipa) ha sido reemplazada y guardada “bajo siete llavesā para evitar su deterioro. Es la rĆ©plica la que a su paso va inspirando rezos, cantos y llanto, porque la fe y la devociĆ³n no han sido reemplazadas; parecen crecer con los aƱos, aunque su magnitud es relativamente menor segĆŗn la explosiĆ³n demogrĆ”fica.
Peregrinaciones por la Virgen de Chapi
A las seis de la maƱana se abrieron las puertas del Estadio Monumental permitiendo la entrada de cientos de personas que aguardaban en las afueras desde la noche anterior. A las nueve, ya no era posible el ingreso de una persona mĆ”s en las tribunas de Oriente y Occidente. Una hora despuĆ©s, la tribuna Sur era la Ćŗnica accesible.
El oficio litĆŗrgico se celebrĆ³ en medio de un mar de almas que desde las graderĆas se mantuvieron ajenas a las astucias polĆticas que en los palcos se manejaban con un fervor nada religioso; ya que, oficiosamente, los actos se vieron presididos por personajes caracterizados mĆ”s por sus afanes de alcanzar el poder, hoy en alianza con la propia jerarquĆa eclesiĆ”stica, que por lograr indulgencia alguna.
Presurosos ofrecimientos de ayuda utilizando fondos pĆŗblicos de parte de la Universidad San AgustĆn y la novĆsima distinciĆ³n de la Cruz del Misti otorgada por el presidente de la RegiĆ³n, desdibujaron la ceremonia. Es pertinente recordar que el dĆŗo GuillĆ©n-Cornejo le habĆa dado ya una distinciĆ³n acadĆ©mica a la imagen de la virgen de Chapi con ocasiĆ³n de la inauguraciĆ³n del Estadio.
Pero la devociĆ³n es capaz de opacar muchas cosas. Y a pesar de algunas autoridades allĆ presentes, lo que reinĆ³ fueron rezos, plegarias y agradecimientos a la Patrona de Arequipa. La venerada imagen simboliza la esperanza que existe un camino santo hacia aquello que el mundo real nos niega.
Cuatro santuarios
Hasta mayo de 2001, los devotos de la virgen mistiana realizaban sendas peregrinaciones hacia Charcani, Miraflores y Chapi. Desde el aƱo pasado, existe un destino mĆ”s cercano, aunque menos ceremonial: el Estadio Arequipa. La razĆ³n – harto conocida -, es que el Santuario en Chapi se demoliĆ³ debido a los daƱos provocados por el Ćŗltimo terremoto.
Los visitantes que esperaban cumplir su promesa de llegar a pie hasta el Santuario tradicional se han desconcertado con el cambio. M, muchos no han cambiado de planes y han emprendido el camino. AllĆ”, en aquĆ©l desierto desde donde, segĆŗn la tradiciĆ³n, la Virgen no quiso que la retiraran en 1798, los pobladores han realizado los festejos con la normalidad que les ha permitido las prohibiciones del Arzobispado. Todo apunta a que la entidad espera monopolizar mĆ”s adelante, y con un opulento complejo, los ingresos que la multitudinaria devociĆ³n genere.
Texto: Paola Donaire | Publicado en Semanario El BĆŗho No. 93 ā 2 de mayo de 2003.
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