Ampaca es una sigla que, convertida en palabra, ha tomado relevancia en el Cono Norte de Arequipa, hace décadas. Pero el proyecto que plantea ser el nuevo pulmón de la ciudad ha ganado otra connotación. Asociaciones de vivienda han generado enfrentamientos entre ellos e incluso el Gobierno Regional de Arequipa mantiene litigios en medio.
Hace más de 50 años, en medio del desierto
Ampaca son las siglas de la Asociación Mutualista de Pequeños Agricultores de Cayma y Anexos. El 26 de octubre de 1955, mediante la Ley 12398, les fueron adjudicadas 5 mil 352 hectáreas con el fin de que los miembros lleven a cabo un proyecto de irrigación. Era el mandato de Manual Odría y, a partir de ese momento, los socios debían convertir el desierto en una zona agrícola.
Primero, ejecutaron las etapas del Alto y Bajo Cural en Uchumayo, zonas que al día de hoy han sido desarrolladas. Sin embargo, la fase correspondiente a pampa La Estrella aún sigue en ejecución. El área en mención es de 2 mil 229 hectáreas y se divide en las secciones H,I,J,K,L,M y N.
Actualmente, Ampaca tiene aproximadamente 600 socios. Para asignar parcelas se realizan sorteos en los que cada miembro recibe la misma cantidad de terreno. Es decir, cada sección está orientada a ser subdividida en partes iguales para todos los empadronados.

Reversión de terrenos
En 1999, la Ley 27160 revirtió 341.29 hectáreas para que Sedapar pueda construir lagunas de oxidación. Sin embargo, el trámite no consideró que Ampaca tenía la propiedad y por ello, en 2003, se rectificó señalando que el proceso de expropiación debía considerar una compensación monetaria. El detalle fue formalizado en la Ley 28162.
Pasaron los años y, al no haber un acuerdo, Ampaca efectuó una demanda de caducidad. En 2022 se emite una sentencia a favor de la asociación. Como resultado, se inscribe la partida registral 04017933 en la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp).
Quienes también buscaron un proceso similar fueron los miembros de la Asociación Irrigación Nueva Esperanza N°2. Ellos presentaron un proyecto de irrigación de 585 hectáreas; sin embargo, no prosperó.

A la par, el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) también impulsa la reversión de los terrenos. Desde la Gerencia Regional de Agricultura se planificaron inspecciones para evaluar la ejecución del proyecto de irrigación. Al momento, el proceso aún no concluye. La batalla legal entre el GRA, el Ministerio de Agricultura y Ampaca aún sigue vigente.
Irregularidades en directivas
Algunos titulares de febrero de 2011 dan cuenta de los cambios que experimentó la directiva de Ampaca. En aquel año, durante una asamblea, destituyeron al presidente Oscar Dueñas. Los asociados lo acusaban de vender terrenos a terceros y de cobrar por diversos conceptos, ajenos a los intereses de los socios. A día de hoy, dichos episodios son un lastre en la vida institucional de la asociación de agricultores.
Aprovechando su posición en la dirección, Dueñas habría otorgado títulos de propiedad de forma indebida. En medio de aquellos problemas, se realizó un nuevo empadronamiento de socios y posterior sorteo. En este punto se produce una controversia entre aquellos que tenían posesión producto del trato con Dueñas y los miembros de Ampaca.
Quienes obtuvieron terrenos gracias al presidente destituido formaron la Asociación de Agricultores Titulados de las Pampas La Estrella (Asatiple). De esa forma, ambos bandos iniciaron disputas legales por las tierras. Para este momento, las asambleas en Ampaca eran protagonizadas por María Gonzales, quien conformó un Frente de Defensa.

Posteriormente, Gonzales asumió la dirección en medio de todos los conflictos alrededor de los terrenos. El 30 de mayo de 2023, en conferencia de prensa, Gonzales denunció a quienes pretendían invadir el área de Ampaca. Unas semanas después, pasó a la clandestinidad por una orden de captura. Las idas y venidas entre las demandas por usurpación jugaron en su contra.
Estado actual de sección KS de Ampaca
Uno de los grandes inconvenientes que afronta Ampaca es la falta de agua. Llevar el recurso hídrico para cientos de hectáreas conlleva obras de gran escala, tediosas en el ámbito económico y burocrático. En febrero de 2023, la partida registral acogió una nueva actualización. Allí se inscribe un nuevo plazo de 8 años para que la asociación complete las obras de irrigación, caso contrario se procede a la caducidad.
Mientras tanto, las 341 hectáreas en discordia albergan plantaciones frutales. Los socios llevan agua en tanques, esperando que el tiempo y la naturaleza transformen el desierto. A la vez, los terrenos colindantes a la carretera son llamados áreas de defensa. Algunos carteles dan cuenta de la propiedad. En los próximos meses, se esperan los primeros frutos.

Invasiones difíciles de controlar en Arequipa
El otro gran problema son las invasiones y pretensiones. La aparición de la carretera se ha convertido en un atractivo para quienes lucran con la necesidad de vivienda. Desde 2021, la asociación Arequipa Tupay insiste con que obtendrá las 341 hectáreas de la sección KS. Una cómoda cuota inicial de 200 soles atrajo a miles de personas. Sin embargo, desde hace más de 1 mes, no dan señales de actividad
En la parte inferior de la sección K, una cantidad escandalosa de habitaciones precarias se asoma a la carretera. Anuncios en Facebook dan cuenta que quien lideraría esta otra agrupación es Wilber Mamani Jillahuancca. Por los alrededores de KS también se han construido módulos, no tan numerosos, pero sí desconocidos por Ampaca.


El último caso es el de la asociación Jorge Basadre. Al mando de Wilber Mayta Fernandez, ocuparon una parte de la sección M y el área vecina perteneciente al estado. El dirigente fue arrestado el domingo y ahora afronta un proceso por usurpación agravada.
Ampaca podría ser el nuevo pulmón de Arequipa. Legalmente los terrenos son de su propiedad, pero debido al descuido de las autoridades y el floreciente negocio del tráfico de terrenos, parece ser “tierra de nadie”.
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