La Gerencia Regional de Salud analizará muestras de orina de 656 menores de 12 años y mujeres gestantes que dependen del agua del río Tambo, en Islay (Arequipa). De esta manera, se logrará detectar la posible presencia de arsénico y otros metales peligrosos en pobladores de la zona.
Las muestras serán enviadas a un laboratorio especializado en Lima durante los próximos días de noviembre y diciembre. Según Rafael Gallegos, gerente regional de Salud, en caso de confirmarse niveles elevados de contaminación, se contratará un equipo de especialistas para dar seguimiento a la salud de los afectados y proporcionarles orientación nutricional adecuada.
Durante una reunión técnica en Islay, que contó con la presencia del gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, y el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, se destacó la adquisición de equipos modernos para medir la calidad del agua del río Tambo. Entre estos, se incluye instrumentos para evaluar parámetros como cloro residual, turbiedad, pH, temperatura y conductividad. Además, se realizó el mantenimiento de 30 equipos de medición en diferentes centros de salud de la provincia.
En octubre se tomaron 192 muestras de agua en diferentes puntos de la provincia de Islay. Estas se enviaron a un laboratorio certificado en Lima para su análisis físico-químico, incluyendo la detección de metales pesados. Para fortalecer la respuesta a la emergencia, se ha contratado personal de salud, incluyendo cuatro médicos, cuatro enfermeras, cuatro técnicos de enfermería y un biólogo.
Altos índices de contaminación en Islay (Arequipa)
Los resultados de un reciente análisis del agua del río Tambo son alarmantes. La presencia de arsénico supera en 2000% los niveles permitidos para consumo humano, según el GRA. En respuesta, se solicitará la ampliación del estado de emergencia en la provincia de Islay. Así, adquirir plantas potabilizadoras que permitan reducir la concentración de metales pesados en el agua.
Mientras se implementan estas medidas, continúa la distribución de agua potable a los residentes de la zona. De esta manera se busca evitar mayores riesgos para la salud.
La gravedad de la contaminación del río Tambo ha puesto en alerta a las autoridades y a los más de 60 mil habitantes de la provincia de Islay, quienes dependen del agua para el riego y consumo.
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