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El pleno del Congreso no logró aprobar, en segunda votación, la polémica modificación de la Constitución que permitiría la reelección de alcaldes y gobernadores regionales, así como la eliminación de los movimientos regionales. Los congresistas aseguraban que esta reforma fortalecería la carrera política en el país y reduciría la corrupción, dejando todo en manos de los partidos nacionales. Además, consideraron que sería el poder ciudadano el que decidiría si reelegía a sus autoridades locales.
La votación no alcanzó los 87 votos necesarios para su ratificación.
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