Al fin, el hermano querido de Dina Boluarte ha decidido sacar las garras. Resulta que el involucrado en el caso de organización criminal “Los Waykis en la sombra” enfrenta un pedido de 36 meses de prisión preventiva por presuntamente haber tenido injerencia directa en el nombramiento de prefectos y subprefectos en entidades estatales, en complicidad con su hermana Dina Ercilia. Para su mala suerte, es el juez Richard Concepción Carhuancho quien está a cargo de evaluar el caso. Fue él quien ordenó llevarlo a la cárcel preliminarmente, así como el allanamiento de 26 inmuebles en Lima, Cajamarca, Junín y San Martín.
La defensa de Nicanor Boluarte ha presentado una solicitud para que el juez Carhuancho sea apartado del caso, argumentando que “ha tomado conocimiento de hechos que constituyen una causal que evidencia que se ha comprometido la imparcialidad con que debe ser conducido el presente proceso”. Según la defensa de Boluarte, esto es crucial para garantizar un proceso “justo”. El pedido huele a desesperación, dada la conocida trayectoria del juez.
¿Acaso ya encontraron otro juez que no les niegue una “manito” a los Boluarte?
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