Las cifras de denuncias por extorsión registrados en la División de Investigación Criminal (Divincri) entre el 2022 y 2024, demuestran que este delito está ganando terreno en Arequipa, generando preocupación entre la población y un clima de inseguridad ante el notorio avance del crimen organizado.
El Búho.pe constató con cifras que en los tres últimos años los casos por extorsión han incrementado de manera significativa. Así, en 2022, la Divincri registró 317 casos, mientras que en 2023 la cifra se duplicó a 657. Para el 2024 se han reportado 437 denuncias, lo que evidencia la magnitud del problema. Estos datos corresponden a las denuncias que las comisarías derivan a la Divincri, pero el número real de víctimas podría ser mayor, ya que muchas personas – desde el 2024- prefieren guardar silencio por el temor de poner en riesgo su integridad y la de su familia.
Si solo hacemos una comparativa en el mes de enero de los últimos 4 años, podremos notar un crecimiento aún más evidente: 5 denuncias (2022), 25 denuncias (2023), 47 denuncias (2024) y 39 denuncias en 2025, notándose una ligera reducción el último año.
Pese a esta leve disminución, el coronel Eduardo Del Campo, jefe de la Divincri Arequipa, reconoció que la extorsión ha aumentado en los últimos años y explicó que la mayoría de denuncias por extorsión son bajo la modalidad de préstamos por aplicativos, seguido de extorsión bajo amenaza directa.
«Estamos en un proceso de sinceramiento de cifras para continuar tomando acciones, principalmente en el manejo de fuentes de información», declaró Del Campo a este medio. No quiso adelantar un diagnóstico claro sobre si la tendencia continuará en alza.
Para que el trabajo de la Divincri sea rápido y termine con la captura de los presuntos responsables, se requiere —explicó Del Campo— que las víctimas denuncien apenas ocurra el delito de extorsión. «Hay muchas veces que denuncian cuando ya se ha registrado el delito en días anteriores. Ahí no podemos avanzar por un tema de prontitud», explicó el coronel.
Por denunciar a tiempo, según la Divincri, se ha logrado tres capturas. Cada una de ellas estuvo vinculada con dos o tres denuncias de las 39 que registra enero de este año. Para facilitar las denuncias, las víctimas pueden acudir a las comisarías, a la sede de la Divincri o comunicarse con el área de secuestros y extorsiones al número 054-605915.

La extorsión se expande en Arequipa
El criminólogo y especialista en seguridad, Guido Del Carpio, advierte que las bandas criminales han ampliado su radio de operación. Actualmente, dominan varios distritos de Arequipa. Inicialmente concentradas en Cerro Colorado y Paucarpata, ahora han extendido su control a Mariano Melgar, Miraflores, José Luis Bustamante y Rivero, Hunter, Yanahuara y el Centro Histórico.
Del Carpio señala que la extorsión no opera de manera aislada. Está conectada con otros delitos como la prostitución, el sicariato y el lavado de activos. La impunidad con la que se mueven estas bandas ha convertido a varios distritos en zonas de alto riesgo. Eso, sin que hasta ahora haya una estrategia eficiente para combatirlas.
«Queremos un trabajo de inteligencia e investigación para identificar estas bandas y poderlas neutralizar antes de que cometan estos actos de extorsión, de sicariato o robo. Y poderlas atrapar en flagrancia», sostuvo Del Carpio, agregando que Arequipa no puede convertirse en tierra de nadie.

Autoridades ausentes
Para el criminólogo, la falta de liderazgo del gobernador, Rohel Sánchez, y alcalde provincial, Víctor Hugo Rivera, es factor clave en la expansión del crimen. Explicó que ambos deben exigir al Ministerio del Interior el envío de personal especializado en inteligencia e investigación. Esto permitiría reforzar a la Divincri, actualmente con recursos y personal limitados.
A pesar de las precarias condiciones de seguridad, Del Carpio instó a la ciudadanía a denunciar los casos de extorsión. Incluso cuando el sistema no brinde garantías. «A pesar de que no se den las garantías necesarias, no tengan miedo en hacer la denuncia correspondiente ante la Divincri para que hagan su trabajo y desarticulen estas bandas», declaró.
Mientras algunos ciudadanos se atreven a denunciar, otros optan por el silencio ante el temor de represalias. Uno de los casos más recientes es el de Joseph, conductor de la empresa de transportes Cotum. Él denunció que extorsionadores extranjeros le exigen el pago de 20 soles diarios para permitirle trabajar sin problemas.
Pero no todos denuncian. Un empresario del sector maderero, quien prefirió mantenerse en el anonimato, perdió más de 80 mil soles. Fue por pagar repetidas extorsiones y evitar poner en riesgo su vida y la de su familia.