Los alcaldes de Chancay y Aucallama reconocieron que las reuniones del gobierno de Dina Boluarte con los gobiernos locales se quedan solo en el papel. Tras la tragedia en el puente de Chancay, las quejas no cesan, ya sea porque siguen cobrando peajes, pese a no dar mantenimiento al puente. O porque el gobierno central prefiere ignorar tanto a los alcaldes como las citaciones del Congreso. En esta ocasión, el ministro de Transportes no asistió a la sesión extraordinaria de la Comisión Especial Proyecto Chancay, cuyo objetivo era verificar los daños del puente caído y las acciones necesarias para evitar la congestión que actualmente afecta la carretera. Dejó plantados a congresistas, a representantes de la Contraloría y a los alcaldes.
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