Dina Boluarte no se aburre. Con 34 denuncias en su haber, la presidenta se ha convertido en una asidua de la Fiscalía, aunque, según la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, solo la llaman «cuando es estrictamente necesario».
Mientras Boluarte habla de un «golpe de Estado blando» y «acoso político», Espinoza insiste en que todo sigue de acuerdo a la normativa: «nosotros no ejercemos política, por lo tanto, ¿cómo vamos a promover un golpe? Lo que sí dejo muy en claro es que estamos cumpliendo con un debido proceso».
Entre relojes, joyas de dudoso origen, muertes en protestas y hasta el caso Qali Warma, la mandataria tiene un catálogo judicial muy extenso. Y no acude a la mayoría de citaciones o guarda silencio.