En el Chongreso los extremos no paran de tocarse. El fujicerronismo, esa abominación parlamentaria, ha comenzado a cerrar filas para que los otorongos puedan hacer campaña electoral durante sus semanas de representación legislativa, y que casi todos los legisladores utilizan para darse sus viajecitos y hacer sus faenones. Se trata de un proyecto de ley de la bancada de Fuerza Popular para modificar el reglamento del Parlamento y así librar a los chongresistas en campaña de sanciones por faltar a la imparcialidad y neutralidad. Y como no podía ser de otra forma, el cerronismo salió a defender a sus patrones naranjas llenándose la boca de términos como “libertad democrática”, “derecho a ser elegidos” y otras excusas.
El sesudo argumento lo soltó Waldemar Cerrón, que no se cansa de salir en la foto como el vocero extraoficial de Fuerza Popular. Oye tapir, por algo se llama principio de neutralidad. Si quieres hacer proselitismo, pide licencia y paga tu campaña con tu plata.
Frescos.
Premier Eduardo Arana inicia las negociaciones para lograr votos
El premier Eduardo Arana ya está en modo «cortejo político», repartiendo sonrisas y reuniones con bancadas del Congreso para conseguir su voto de confianza. Con un discurso de «apertura al diálogo» (esa frase mágica), el jefe del Gabinete insiste en que su gestión será de «consensos», aunque algunos dicen que eso significa que seguirá el juego del Congreso. Pero atención al drama: si el Legislativo le dice «no», a Boluarte el próximo 12 de junio, no le quedará más que reciclar otro gabinete, pues en un año preelectoral no puede disolver el Congreso… aunque seguro más de uno en Palacio estará tentado.
¿Aprobación o nuevo round de sillas musicales ministeriales?
El Congreso, como siempre, tiene la palabra.
Dina Boluarte celebró las previas de su cumpleaños echándose flores por su gestión tras inaugurar el nuevo aeropuerto Jorge Chávez
Esta vez, Dina Boluarte no paró de sonreír. Quizá porque en unas horas la inquilina de Palacio cumple 63 primaveras con impunidad. Este viernes, la presidenta recibió como regalo hacerlo sin protagonizar ningún incidente. Durante el Simulacro Nacional Multipeligro, no fue abucheada como en años anteriores ni protagonizó bochornos, como encerrar a periodistas para evitar preguntas incómodas. Vestida de blanco, procedió a inaugurar el nuevo y moderno aeropuerto Jorge Chávez por todo lo alto, con show en vivo incluido. No hubo quien arruinara el momento de Dina, quien aprovechó la ocasión para lanzarse flores a sí misma, a pesar de que la obra fue destrabada por Martín Vizcarra. Para ella, todo lo que se inaugure durante su mandato es fruto de su “trabajo limpio de corrupción”.
La ceremonia rozó lo cursi cuando el flamante ministro del acuñismo hizo su presentación estelar por un proyecto en el que no tuvo nada que ver.
Al final, Dina se retiró airosa, rodeada de seguridad y, como era de esperarse, sin dar declaración alguna a la prensa.
Que los cumpla felices, presidenta.