Un grito desgarrador de auxilio se eleva desde Arequipa. Un mes después de la desaparición de Marilu Llantoy, su familia enfrenta no solo el dolor, sino también un aparente muro de silencio y desinterés. «Ningún vecino ahora viene porque venían por mi hija. Marilu, ¿dónde estás?», clama su madre con desesperación, «Ahora nadie llama, nadie viene».
El sentimiento de abandono es profundo. «Mi hija ayudaba al pueblo. Porque mi hija luchaba por el pueblo», relata la madre. Ahora se siente ignorada por la comunidad que su hija defendió.
Ante la falta de avances formales, la familia ha tomado la investigación en sus manos. La hermana de Marilú detalla el último rastro conocido: «Hemos encontrado los videos donde sí se mira a mi hermana Marilú… el último video donde se mira que mi hermana está subiendo de Gratersa hacia el Avelino«. Esta imagen, correspondiente al lunes 29 de septiembre, es la última prueba de su paradero.
La búsqueda se centra ahora en determinar qué sucedió después. «Sigo mirando para poder buscar, indagar hasta dónde llegó Marilú. Si tomó un carro o solamente se desaparece por el Avelino», explica su hermana.
Amenazas a dirigenta de Arequipa
La investigación familiar ha sacado a la luz un dato alarmante. «Muchos vecinos de Marilu nos indican que ella ha recibido amenazas por un dirigente de la zona», revela la hermana. Sin embargo, el temor a represalias paraliza a los testigos potenciales. «Los pobladores de la zona son recios a responder, tienen miedo porque ellos indican que probablemente, así como desapareció Marilú, ellos pueden desaparecer si ellos hablan algo».
La familia exige acciones concretas y urgentes a las instituciones.
- A la Divincri: «Que ellos utilicen los mecanismos necesarios para que tomen las declaraciones de estas personas que son relevantes en el caso».
- Al Poder Judicial: «Que acelere ese procedimiento y que se solicite a las áreas competentes el levantamiento del secreto de comunicaciones».
Hasta el momento, el único dato técnico con el que cuentan es la geolocalización, información que consideran insuficiente. «No hay avance. No hay avance. Ya es un mes de su desaparición y no hay nada», sentencia la hermana.
El clamor final es un llamado a la solidaridad y a la acción.
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