De acuerdo con la agencia calificadora, Fitch Ratings, el gabinete del presidente José Jerí contaría con el apoyo del Congreso para implementar su agenda que buscaría la continuidad en la gestión macroeconómica.
Advierten que, la capacidad del Ejecutivo para resistir al populismo legislativo sería limitada. Porque justamente el rápido cambio de gobierno ocurrido en Perú demuestra la «persistente volatilidad política del país que aumenta la imprevisibilidad de las políticas públicas de cara a las próximas elecciones de abril del 2026».
También previnieron que la cercanía del proceso electoral podría generar que, “desde el Congreso y el Ejecutivo se generen medidas populistas que compliquen los esfuerzos de consolidación fiscal, que ya enfrentan desafíos debido al débil impulso reformista y al reiterado incumplimiento de la regla fijada por el MEF (2,2% del PBI para este año)”.
“El proceso de destitución, formalmente fundamentado en la cláusula constitucional de “incapacidad moral permanente”, parece reflejar factores como el deseo de los congresistas de distanciarse del aumento de la delincuencia, la principal preocupación del electorado, en medio de una amplia insatisfacción con los resultados en materia de seguridad y unos índices de aprobación presidencial muy bajos”, dice en su informe.
José Jerí podría buscar continuidad a gestión macroeconómica
La calificadora internacional Fitch Ratings también se refirió al actual presidente del Perú. Consideran que “su gobierno podría buscar la continuidad de la gestión macroeconómica, priorizando medidas de seguridad de alto perfil y posiblemente, solicitando poderes especiales al Congreso. En ese marco, su gabinete de centroderecha contaría con el apoyo del Congreso para implementar su agenda”.
Pero hacen ver que, a solo “seis meses de las elecciones y sin un mandato popular claro, la capacidad del ejecutivo para resistir el populismo congresal será limitada. Los incentivos políticos del Congreso favorecen medidas con atractivo para el electorado a corto plazo (por ejemplo, retiros adicionales de pensiones), lo que erosionaría la sostenibilidad fiscal a mediano plazo», dicen en su análisis.
Hacen notar que el incumplimiento de los objetivos fiscales, la dependencia de medidas puntuales de recaudación y la ausencia de una reforma tributaria amplia, “aumentan el riesgo de que la deuda del gobierno general (30,8% del PIB a fines de 2024) supere las previsiones de las autoridades”.
Sin embargo, observan como una oportunidad de corregir la situación de estancamiento en la que estaba el país -tanto el Ejecutivo como el Legislativo-, antes de la salida de Boluarte. Lo que amplió los desafíos de gobernabilidad- de cara a los comicios de abril del 2026.
Y sobre la futura bicameralidad con 60 senadores con mayor poder de veto efectivo. Y un umbral del 5% para que un partido político tenga escaños en el Congreso. Creen que podría reducir moderadamente la fragmentación, pero que es improbable que se genere un consenso rápido sobre reformas complejas en la próxima legislatura, agregaron.

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