Regional

Puno: INC Puno presentó proyecto para reducir centro

Polémica zona monumental

La modernidad, en Puno, se ha convertido en el verdugo de su historia. La obliga a retraerse para cederle paso y encerrarse en unas cuantas fotografías y líneas. Puno no ha podido resistirse a la tentación y ha cedido su más grande tesoro tangible… el centro histórico.

Modernidad. Nuevas obras no respetan armonía arquitectónica.

Poco queda de la que alguna vez fue llamada la gran ciudad de plata. Las callejuelas del Puno de antaño ya no tienen esas enormes casonas de adobe con rejillas de hierro fundido dispersas por todo rincón. La ciudad ha cambiado con el transcurso de los años. No es más el pequeño pueblo. Las grandes edificaciones han ido invadiendo y obligando al derrumbe del legado colonial y republicano.

Centro histórico

La pretensión de salvaguardar las edificaciones que aún conservan características coloniales ha sido emprendida por el Instituto Nacional de Cultura de Puno (INCP). Esta entidad, encargada de la preservación y conservación de los innumerables sitios declarados como Patrimonio Cultural de la Nación, ha presentado a su sede central un proyecto a fin de reducir el centro histórico de Puno con la finalidad de concentrar su trabajo en las zonas con mayor concentración de casonas y otros monumentos históricos en la ciudad. "La zona monumental de Puno es un perímetro que tiene la ciudad desde el año de 1980, que abarca desde el Arco Deustua hasta el cementerio Laycakota, e incluye el muelle Puno.

Una zona monumental es un área que tiene características históricas homogéneas. Lamentablemente, estas características se han perdido. Por eso es que estamos trabajando en la reducción de esta zona monumental", manifiesta Gari Mariscal, director regional de INCP.

La reducción de esta zona implicaría, según indicó el titular del INCP, la reducción del perímetro en aproximadamente el 60 por ciento, abarcando sólo el área central de la ciudad. Es decir, los límites de esta nueva zona monumental se ubicarían entre los jirones Ilave, Huancané, Moquegua y Deza. Actualmente los trámites se vienen efectuando a través de un proyecto y un expediente técnico, el cual fue remitido a una comisión nacional en Lima que está encargada de realizar cambios. Gari Mariscal también explicó que esta entidad ya cumplió con realizar la revisión y ha efectuado ciertas observaciones que vienen siendo levantadas por parte del INCP a fin de lograr su implementación.

"El objetivo de tener una zona monumental es que sea manejable, tanto para el INCP como para la Municipalidad. Después de tener esta nueva delimitación a través de una resolución del INC nacional vamos a implementar un reglamento para definir los lineamientos generales de cómo se debe trabajar esta zona monumental", argumentó el funcionario. "La reducción responde a una evaluación que hemos realizado desde el año pasado, en la que hemos podido identificar la construcciones de valor monumental e histórico que existen en una buena cantidad aún", acotó.

Arquitectura. Pretenden preservar valor arquitectónico colonial.

Ciertamente, hasta ahora la propuesta ha ocasionado malestar en algunos grupos de culturalistas de Puno, que ya han puesto el grito en el cielo, calificándola incluso como una locura. Según ellos, terminará por condenar a Puno a convertirse en un ciudad vacía y sin muestras de que alguna vez tuvo un pasado colonial. Frente a ello, el director del INCP indicó que su decisión es también una respuesta al pedido de muchos pobladores que tienen problemas para obtener licencia para sus construcciones.

Cuatro idiomas

La idea es lograr el rotulado de las diferentes calles, avenidas e instituciones en cuatro idiomas (quechua, aimara, español e inglés) y nació en el Instituto Jilata. Según la propuesta del culturalista Salvador Mamani, este cambio será impulsado con mayor ahínco en el centro histórico de la ciudad, con la finalidad de revalorar los idiomas andinos. "Esto logrará recuperar la esencia de esta ciudad, que pese al avance del tiempo busca conservar su legado histórico y cultural", explica Mamani. Estos nuevos rótulos terminarían de ser colocados en junio próximo.

El crecimiento de la ciudad

En el año de 1954 se produce un movimiento migracional a la ciudad de Puno. Cientos de familias se asientan en las márgenes de la pequeña urbe y se forman los barrios Bellavista y Porteño. Mientras que en la década de los 60, el estadio Enrique Torres Belón, el local de la Institución Educativa Gran Unidad San Carlos y el hospital regional Manuel Nuñez Butrón se imponían con enormes edificaciones. En esa misma década, la Universidad Nacional Del Altiplano abre sus puertas dando paso al crecimiento urbano en el lado noroeste de Puno.

A finales de los 60’, al recordarse el tercer centenario de producido el traslado de San Luis de Alba hacia Puno, se aceleró la construcción de una diversidad de obras públicas. Se construyó el Teatro Municipal y el Coliseo Cerrado Eduardo Rodríguez Ponce de León. También se pavimentaron varias calles y avenidas como El Sol, La Torre, Laykakota, Floral y avenida El Ejército. Mientras que la expansión urbana aumentó y se crean los barrios Azoguine, Chanu Chanu y Huáscar, entre otros.

En la década de los 90’, la migración poblacional disminuye, pero la ciudad continúa su crecimiento vertiginoso. Las pequeñas edificaciones de uno o dos pisos resultaron insuficientes y se dio paso a las grandes construcciones, además de la conformación de nuevos centros poblados como Salcedo, Jallihuaya y Alto Puno. (Rivana Flores)