La Columna

MABEL CÁCERES CALDERÓN


Discutamos

A pocas semanas de vencerse los plazos para que candidatos y agrupaciones políticas se inscriban para participar en las próximas elecciones, quienes deben imponer la agenda del debate electoral somos los electores y la sociedad civil.

Pues si de los propios candidatos se trata, difícilmente se desarrollará una discusión seria, alturada, con argumentos y con prioridad en los temas que interesan a la colectividad. Para no seguir quejándonos siempre del pobre desempeño de nuestros políticos, sin hacer una autocrítica responsable por las omisiones que se nos podrían imputar como ciudadanos, hay que interesarse en el debate y participar.

Aquí un pequeño esbozo de lo que, modestamente, creo que podría incluirse en la agenda de debate.

A nivel provincial: la autoridad municipal o quien aspire a serlo debe ofrecer soluciones efectivas sobre cómo resolver los problemas en tres áreas críticas que afectan al ámbito urbano: medio ambiente, transporte y seguridad.

En el primer campo es injustificable la dilación que existe para construir una planta de tratamiento de aguas servidas, un sistema de reciclaje de residuos sólidos y un relleno sanitario para el resto de la basura, lo que implica un sistema de recojo ordenado, puntual y adecuado en el que la propia ciudadanía debe participar.

En el tema de transporte, que incluye vías, hay que concluir y perfeccionar el sistema de transporte público planteado por la actual administración y complementarlo con otros nuevos como trenes urbanos y un eficiente servicio de taxis, ordenando y controlando el tráfico vehicular, en general, para que no haga colapsar el centro histórico y deje de contaminar el aire. Obviamente, esto también implica un adecuado sistema de vías urbanas que hagan parte de un plan de desarrollo urbano actualizado y rígido, para evitar patear el problema sólo unos años.

En el tema de seguridad, la acción policial y la coordinación con la administración municipal son claves para iniciar la tarea, abandonada al azar y con escasos esfuerzos municipales en distritos, desarticulados entre sí.

A nivel regional: los grandes ejes de desarrollo se vienen discutiendo hace años, desde que caímos en cuenta que los antiguos departamentos no son viables como regiones autónomas, sino en la medida que construyan un conglomerado en todo el sur, para aprovechar los recursos naturales, las vocaciones productivas y las complementariedades potenciales. Para la actividad económica, en general, los requerimientos son obvios: infraestructura vial, portuaria, aérea, y de servicios; fuentes de energía disponibles, económicas y, en lo posible, no contaminantes; manejo ambiental cuidadoso, moderado, con los menores impactos y, como primera prioridad, estricto control en el uso y ahorro del recurso más valioso sobre el planeta: el agua.

A partir de esto, y de la respetuosa conservación y difusión del patrimonio cultural, pasado y presente, se pueden echar las velas al viento y abrir las alas, hasta donde lleguen nuestros sueños colectivos.