Policial

Cuando la sangre llama a la sangre

La vida de Sharon Páliza Valdivia, de 29 años, propietaria de la cadena de restaurantes "Antojitos de Arequipa", se extinguió la tarde del 13 de julio de 2009. Según la acusación fiscal, la mataron sus tíos Javier Marín Bratwaithe, Vilvia Valdivia Vargas y la hija de ambos, Fernanda. La víctima los llamaba "papá Javier "y "mamá Vilvia". Esta semana se inició el juicio oral para esclarecer las circunstancias del crimen.

Víctima. Sharon Páliza. Así apareció su cuerpo sin vida el 15 de julio del año pasado.

Aquél 13 de julio, Sharon Páliza llegó a la casa de sus tíos para almorzar – un departamento en el cuarto piso de un edificio ubicado en Selva Alegre. La razón: el cumpleaños de su "mamá Vilvia", que fue el 6 de julio. Sin embargo, Vilvia no estuvo a la hora del almuerzo, según sostiene la defensa que pretende librarla de toda responsabilidad, así como a su hija Fernanda.

"Al llegar la noté ansiosa y ojerosa, como cuando me dan mis ataques de ansiedad", dijo Javier Marín sobre Sharon. Al ir a la cocina, encontró el medicamento que consume desde hace 6 años contra la ansiedad, y – sin que su sobrina lo notara- colocó una pastilla de 2 miligramos en su vaso de refresco. "Para que se calme", refiere el tío, que ha asumido toda la responsabilidad del asesinato.

En su declaración ante los magistrados de la Tercera Sala Penal de la Corte de Justicia de Arequipa, Marín se contradice en el nombre de la pastilla y en lo que fue el almuerzo de aquél día, en el que sólo participaron él, su hija y la víctima.

Sharon, pese a las insistencias de su tío para que descanse, salió del edificio para devolver unos manteles. Poco tiempo después regresó al inmueble. Vilvia descansaba en su cuarto y su hija tomaba una ducha, según relata el asesino confeso. En ese momento Javier notó que el fármaco estaba haciendo efecto. Llevó a Sharon al cuarto de Fernanda, donde se quedó dormida.

Cuando Marín regresó al cuarto, afirma, Sharon estaba con medio cuerpo fuera de la cama y trató de acomodarla. Al despertar Sharon y ver que su tío estaba sobre ella, sintiéndose atacada, comenzó a forcejear y gritar, por lo que Javier usó una almohada para callarla. En el forcejeo, el hombre recibió un rodillazo y comenzó a presionar aún más, hasta ahogarla.

Vilvia, por su parte, declara no haber notado nada extraño en su casa y que pasó la mayor parte del día fuera porque tenía una entrevista de trabajo. Asegura haber regresado al departamento entrada la noche. Al llegar su madre, Fernanda se percató que tenía mucha fiebre. Como ese cuadro se repetía desde hacía varios días, su hija le dijo: "me voy a bañar y nos vamos al hospital".

Asesino confeso. Javier Marín.

La hija. Fernanda Marín.

Tía carnal. Vilvia Valdivia.

Cuando Fernanda fue interrogada dijo que, al salir de la ducha, se dirigió a su cuarto; pero su padre trató de impedir que entrara. "Hijita, no te vas a asustar de lo que vas a ver, he peleado con Sharon", le dijo. En su cuarto descubrió el cuerpo de Sharon sobre su cama. Se arrodilló y llorando tocó su mano inerte. Preguntó qué había pasado y su padre le respondió que discutieron y que, sin darse cuenta, la mató.

En ese momento decidieron envolver el cuerpo con una sábana. Fernanda se cambió y junto con su padre llevaron a su madre al hospital. A partir de ese momento, para encubrir el crimen, comenzaron a enviar numerosos mensajes de texto del celular de Sharon al de su hermano, Luis Alberto. En ellos pedían un rescate de 60 mil nuevos soles por la joven. Luego la cifra se estableció en 40 mil. En los mensajes amenazaban con matar a Sharon si avisaban a la Policía. Además señalaban que los estaban vigilando. Pero el martes 14 de julio en la mañana, la familia de Sharon hizo la denuncia.

Miembros de la Policía de Secuestros visitaron el departamento de los tíos y fueron recibidos en la sala, sin percibir que a unos metros yacía la mujer que buscaban, asesinada desde hacía 24 horas. Finalmente, a las 5 de la mañana del miércoles 15 de julio, Javier Marín Bratwaithe fue intervenido por dos Policías de Turismo con el cadáver envuelto de Sharon en la vereda de su casa, en un fallido intento por deshacerse de él.

 

El fármaco

Según una profesional química farmacéutica consultada por este semanario, la administración de una pastilla de Clonazepam de 2 mg tarda en hacer efecto entre 15 y 30 minutos. A quien lo toma por primera vez le producirá somnolencia. En caso de despertar, el cuerpo no posee las fuerzas necesarias para realizar un forcejeo.

Contradicciones

Fernanda se enteró del crimen al entrar a su cuarto. Pero no se pone de acuerdo con su padre en la hora: ella señala que fue a las 4 de la tarde; el otro, que a las 6. De otro lado, el asesino afirma que el taxista, con el que fue intervenido, fue quien le ayudó a envolver el cadáver en un sleeping y con sogas, negando que su hija lo haya ayudado en este intento por desaparecer el cuerpo. Sin embargo, el taxista aludido, Víctor Patiño Yahuira, manifiesta que al llegar a la casa de Marín encontró el cuerpo en la vereda y que no ingresó al inmueble en ningún momento.

Luis Alberto Páliza, hermano de Sharon, en su declaración, y a pesar de las insistentes objeciones del abogado defensor para que no continuara, relató que en mayo de 2009 sus tíos también intentaron doparlo. "Me dieron un vaso de leche, noté que tenía un sabor extraño. Poco después me sentí muy cansado. Me hicieron acostar y me dormí. Al despertar Javier, Vilvia y Fernanda me miraban", narró.

La madre de Sharon, Venecia Valdivia, al notar que su hija no regresaba a casa, recordó que ella en horas de la mañana le comentó que iba a almorzar con su "mamá Vilvia". Al llamarla, Vilvia le contestó que no sabía y la comunicó con Fernanda. "Ella vino temprano y se fue", respondió la joven en un tono de voz que Venecia encontró nervioso.

La fiscal María del Rosario Lozada Sotomayor, de la Segunda Fiscalía Corporativa, pidió una pena de 30 años de prisión por el delito de homicidio calificado, secuestro y extorsión, para toda la familia Marín Valdivia. Los abogados de los familiares solicitaron una indemnización no menor a los 200 mil nuevos soles.

A las 6 de la tarde del pasado jueves 27, la madre de Sharon realizó una vigilia junto con un grupo de personas, pidiendo cadena perpetua para los acusados. Cuatro extensas jornadas de audiencias, de hasta ocho horas de duración, se realizaron esta semana e incluyeron la declaración de los peritos. Después de vistos los hechos, los jueces colegiados Nayko Coronado Salazar, Orlando Abril y José Arce emitirán la sentencia. (Christian Ticona)

 

Las peripecias del proceso

La primera audiencia programada para el 25 de mayo debía iniciar a las 9 de la mañana. Sin embargo, por problemas que tuvo la camioneta del INPE al trasladar a los detenidos desde el penal de Socabaya, los jueces tuvieron que esperar cerca de 40 minutos para iniciar el proceso.

La audiencia del día siguiente tuvo problemas técnicos. No había fluido eléctrico lo que impedía que el audio fuese grabado. Las asistentes de la Sala tuvieron que trasladarse de un lugar a otro con reproductores portátiles para grabar las declaraciones y respuestas de los acusados.

Las largas jornadas excedieron las 5 horas en la mañana suspendiéndose para continuar en la tarde.

Preguntas

Mientras la parte acusadora insistía en preguntas específicas, la defensa incidió en confundir a los testigos en su interrogatorio, pidiendo que se les muestre los folios y reconozcan allí sus declaraciones. Además cortaba sus respuestas en muchos casos.

Muchas de sus preguntas fueron calificadas como fuera de contexto, esto ocasionó malestar en los magistrados que constantemente tenían que interrumpir a los abogados y a la fiscalía por sus preguntas no validas.