Artes & Letras

Música

A tocar a otra parte

Se fue el talentoso timbalero Aníbal López. Murió en la fecha que se recordaba la partida del fenomenal salsero Héctor Lavoe. Ambos dejaron este mundo el 29 de junio, pero con una diferencia de 17 años. López tenía 55 años mientras que el ´cantante de los cantantes´ se fue con 46 abriles.

Tocando en el cielo. López tenía 55 años dedicados al timbal.

Muchos dicen que los grandes se rodean de otros grandes en este mundo. Pero también eso puede suceder cuando el ser humano parte de la vida terrenal hacia el más allá, por alguna u otra coincidencia.

El último 29 de junio sucedió esta paradoja con la muerte del reconocido timbalero Aníbal López, fundador de la orquesta de salsa "La Única". En la misma fecha, por cosas de la vida, murió el gran salsero puertorriqueño Héctor Lavoe, un 29 de junio, pero de 1993, víctima de una complicación del virus del VIH que contrajo unos años antes.

Aníbal López falleció el martes en el Hospital Edgardo Rebagliatti tras padecer una hemorragia intestinal. El músico fue internado el sábado en el referido nosocomio debido a las hemorragias, mal que se complicó por la diabetes que sufría, lo que desencadenó en el desenlace fatal, señaló su esposa Noemí de López.

El músico estuvo delicado desde hace unos días a causa de unas várices estomacales, y el sábado fue ingresado al hospital, pero lamentablemente no resistió. Esta dolencia lo estuvo acosando hace un tiempo. Infortunadamente, su ritmo de vida no le permitió superarla.

Figuras como Cheo Feliciano, Andy Montañez, Tito Puente, Ray Ruiz y la propia Celia Cruz supieron de su arte en el timbal. Fue por eso que en nuestro medio se le conocía como "El Emperador del Timbal", título que ostentó luego que el mismísimo Tito Puente le entregara sus baquetas.

"Hay que recordarlo como uno de los mejores del Perú, como el más bravo que no tuvo propaganda en los medios. Yo siempre he dicho que Dios quiere música en el cielo. Ahora está junto con Tito Puente, Ismael Rivera y Celia Cruz", dijo Pablo Villanueva "Melcochita", amigo y compañero del músico en interminables jornadas soneras. Toque en paz, maestro.