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Obras en monumento desatan polémica

Entuerto en el mirador de la Catedral

El Colegio de Arquitectos lo considera una "aberración" y muy riesgoso para el monumento nacional y para los turistas. Pero el Director del INC, quien desarrolló personalmente el proyecto, lo aprobó junto a una comisión técnica que nombró para este efecto. Asegura que no hay ningún riesgo para la Catedral ni para sus visitantes.

Mirador. Un pasamano permitirá el tránsito de turistas por sobre las bóvedas de la Catedral.

En el techo de la Catedral todavía se pueden observar trabajadores que ultiman detalles de lo que será el mirador de la Basílica Catedral de Arequipa. Las obras que se iniciaron el mes pasado ya casi han concluido, salvo por unos retoques de pintura.

El mirador es un componente más de lo que pronto se inaugurará como el "Museo del Tesoro de la Catedral de Arequipa". El nombre aún no está totalmente definido, pero la obra será presentada por el Arzobispado a mediados de este mes, con motivo de los 400 años de la creación de la diócesis.

Bronca cerquita del cielo

El mencionado mirador, según Franz Grupp, director del Instituto Nacional de Cultura en Arequipa, ofrecerá una mirada espectacular de Arequipa. Pero para el titular del Colegio de Arquitectos, Ciro Rojas, la obra es "la peor aberración que podía hacer un ignorante" con un monumento histórico. El rechazo es así de fuerte y con esas palabras.

Pero de qué se trata la obra. La infraestructura colocada es un pasamano de metal instalado en el techo de la catedral. Estos pasamanos pueden ser movibles y retirados en cualquier momento; y servirán para que cientos de turistas se desplacen por la bóveda de la Catedral, pasando por la torre izquierda, a algunos metros de la campana. El recorrido, sólo del mirador, durará 30 minutos con un máximo de 120 personas por vez.

Hasta el techo

En su oposición, Ciro Rojas argumenta que los techos no han sido diseñados para que se camine sobre ellos. "El habilitar el techo de un monumento histórico es sumamente peligroso", indica.

En primer lugar, las gradas para ascender a la azotea son muy estrechas y apenas permite el recorrido de una o dos personas a la vez. "En el caso que se diera cualquier eventualidad, sólo la providencia podría evitar una tragedia y en el caso de la seguridad, no hay que dejar todo a los milagros", asegura Ciro Rojas. Lo segundo es que el tránsito constante de las personas puede ir dañando la estructura del techo. "Si tan solo una de sus piezas se cae, el techo se puede desgranar como un parabrisas", grafica el decano del Colegio de Arquitectos.

La mirada del INC

Por su parte Franz Grupp, director del INC, asegura que el funcionamiento del mirador no tendrá mayor inconveniente ya que los turistas que suban, lo harán guiados por el pasamanos y no caminarán por donde quieran, lo que minimiza los riesgos de un accidente.

Por otro lado, Grupp asegura que luego del terremoto de 2001, en las refacciones que se ejecutaron para restituir la torre, también se consolidó el techo de la Catedral, por lo que no cree que las vibraciones producidas por el tránsito diario de los turistas pueda mellar el monumento. Asegura que este proyecto ha sido refrendado por un ingeniero.

EL COMITÉ

Sin embargo, existe otro inconveniente que ha desatado el conflicto. El mirador de la Catedral es un proyecto privado que Franz Grupp desarrolla para el Arzobispado.

De acuerdo a Ciro Rojas, de esta manera Grupp se convierte en juez y parte. Y agrega que, incluso para llevar adelante su proyecto, cambió la conformación de la Comisión Técnica Calificadora de Proyectos Arquitectónicos que debía revisar su proyecto. Anteriormente, la integraban un delegado del INC, otro del Patronato de la Cultura, un delegado de la Superintendencia de Monumentos Históricos y los delegados de los colegios de Arquitectos e Ingenieros.

Ahora, sólo son arquitectos del INC, un representante del Colegio de Ingenieros y un representante de la municipalidad. El decano de los arquitectos estima que el desembarco de sus representantes se debe a su oposición las políticas de Grupp.

No obstante, el director asegura que todo siguió su trámite regular y que no era necesario que su proyecto fuera aprobado por Lima, ya que ellos tienen autonomía. Además asegura que el nuevo esquema de la Comisión Técnica de Calificación de Proyectos fue determinado desde la capital. Aún así, el titular del Colegio de Arquitectos insistirá en su oposición y está dispuesto a llevar el reclamo de su gremio hasta Lima. Entretanto, la inauguración se alista. (José Luis Márquez)