Aunque los Reyes Magos ya se hayan marchado, parece que el aborto de la candidatura de Mercedes Araoz, le trajo tanta nostalgia a Alan García, que decidió dar un decreto para repetir la navidad y tener la oportunidad de organizar un nacimiento vivo en Palacio de Gobierno. Y aunque aún no esté del todo definido, el trabajo de casting va como sigue:

El papel de la Virgen María recaería en Keiko, quien ahorraría a los productores tener que comprar una aureola, pues ella viene con la suya, gracias a su conducta intachable. Para ese mismo puesto se postula Mercedes Aráoz, quien asegura nunca haber cedido a del Castillo. En este caso la aureola se importaría, libre de aranceles, gracias al TLC.

Para representar a San José también hay varios interesados. Alberto Fujimori es el más fuerte de ellos, pues como en el caso del carpintero, todo ocurrió en su gobierno, a sus espaldas, sin que él supiera nada; ni siquiera tuvo un angelito que le comunicara lo que se estaba gestando. Otro interesado en ese papel es Montesinos, quien ya prepara un libro titulado: "San Vladi, un testimonio de martirologio".

El Niño podría ser Ollanta, aunque Manuel Rodríguez Cuadros también entraría en la disputa. Los dos exhiben los mismos atributos: calatos y sus candidaturas han tenido nacimientos bastante humildes.

Lo que está definido son los ángeles: Carlos Arana, Raffo, y, por supuesto, Cipriani y Rey.

Los pastorcitos no pueden ser otros que Susana Villarán y el equipo de gobierno de Ollanta: Alberto Adrianzén, Sinesio López, Félix Jiménez, etc.

En cuanto a la vaca, hay problemas, pues Lourdes Flores estaría a punto de perder el casting.

Los Reyes Magos ya son fijos: PPK, Humberto Lay y Yehude Simon, éste último traerá la mirra.

La innovación para este nacimiento es la participación de Herodes, quien aparece flotando en el fondo con la espada desenvainada para cortar la cabeza a cualquier criatura peligrosa. Ese rol le corresponde inobjetablemente a Alan García. El problema es conseguir una grúa para lograr el efecto de la levitación.

En cuanto a las ovejas, qué duda cabe, la ciudadanía.