Salud

Riesgos posibles en un día de playa

Tomar el sol con precaución

En estos días de playa y, aunque a veces es tomado a la broma, exponerse al sol ya no sólo es un riesgo estético, sino un serio peligro de contraer alguna enfermedad, como el cáncer a la piel. No arriesguemos tanto.  

Temperatura. Si el día está muy soleado, ingresar gradualmente al mar.

Tanto adultos como niños debemos tener precaución a la hora de exponernos al sol, pero es evidente que son los bebes quienes más pueden sufrir con una excesiva exposición. Los efectos perjudiciales de los rayos ultravioletas sobre la piel, hace que no sea recomendable que los bebés menores de cinco meses sean expuestos al sol, en ningún momento, pues su piel es especialmente sensible. Esto no significa que no les pueda dar ligeramente el sol si pasea por la calle, pero es preferible evitar ciertas horas, entre las 10 y 11 de la mañana y a las 3 de la tarde. En la playa los niños deben estar protegidos de los rayos solares directos. Así no sólo se evitarán las dolorosas quemaduras solares, también se reducirá el riesgo de sufrir en un futuro, cáncer de piel.

No hay que confiarse en que en un día nublado no es necesaria la protección, pues los rayos ultravioletas atraviesan las nubes y la piel del bebé se podría quemar en tan sólo 15 minutos.

El filtro solar que debe usarse para proteger a un niño no debe ser menor de 20 y debe aplicarse en todo el cuerpo. Si el pequeño tiene la piel muy blanca, es mejor consultar con el pediatra el factor de protección que necesita y el tiempo que puede estar expuesto al sol.

Si hay sol abierto en la playa o en la piscina, al refrescarnos de vez en cuando en el agua, no se perciben realmente los efectos solares, así que es preferible no dejar de tener en la cabeza "el reloj" del tiempo recomendable y procurar mantener al niño en la sombra el mayor tiempo posible. También es útil cubrirlo con ropa clara, fina y cómoda, así como usar un gorrito con visera.

Muchos padres piensan que si el niño está protegido con un filtro solar, podrá estar más horas bajo los rayos del sol, pero esto es un error. Aunque se debe aplicar la crema protectora varias veces mientras se pasa el día al sol, sobre todo si es de las que desaparecen al contacto con el agua, el sudor o la toalla, esto no garantiza ni implica que el tiempo de exposición pueda ser mayor.

OTRAS PRECAUCIONES

En un día de playa, es importante también conocer las características de la zona, la profundidad del agua, la presencia de corrientes, etc. También asegurarse de que en caso de sufrir un accidente, la playa esté preparada para atender cualquier emergencia, con socorristas, personal especializado y primeros auxilios.

Indispensable. Bañarlos en bloqueador. Agua. Refresca pero engaña.

La arena de la playa no siempre es inofensiva. En ella se pueden esconder cristales y otros desperdicios que pueden lastimar a los niños, por lo que es conveniente que utilice zapatillas.

Además hay que ser precavidos para que no sufra una deshidratación. El exceso de calor en un día de playa conduce a una pérdida de líquidos por la sudoración, lo que hace que sea necesaria una mayor ingesta de agua y otros líquidos. Aunque no tenga sed, beber de vez en cuando, preferiblemente agua a temperatura ambiente. Se debe evitar el choque térmico a la hora de introducirse en el agua. Si la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el agua es muy grande, debe remojarse poco a poco y entrar gradualmente al mar.

DATO

No todo lo que nos ofrece el sol es negativo. Los baños de sol hacen que nuestro cuerpo elabore vitamina D. En el caso de los niños, una exposición de 15 minutos diarios es suficiente para producir la vitamina D que necesita.