"Si no miras, te jalo"

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Yo fui sola a inscribirme, formé la cola para dar mi examen y el mismo psicólogo me tomó la prueba. Ellos sabían que yo era ciega», dice Leslie Leandro Grados. A sus 19 años ella ya es técnico fisioterapeuta y las ganas de superarse fueron el móvil para que ella postulara a la universidad Alas Peruanas y así continuar sus estudios en la carrera de Tecnología Médica, en la especialidad de fisioterapia. Ella no sería la primera invidente en estudiar en una universidad, ya lo hacían sus compañeros Víctor Hugo Mantilla y Juan Manuel Veramendi desde hace dos años; aunque con mucho esfuerzo, los tres alumnos eran dedicados y aprobaban lo cursos, requisito fundamental para gozar de media beca.

Sin embargo, los problemas para ellos comenzaron en el quinto semestre, con el curso de Diagnóstico por Imágenes, en el que prácticamente se les obligaba a «mirar». De lo contrario no podrían aprobar el curso. Es el caso de Víctor Hugo y Juan Manuel y seguramente será el de Leslie, en los próximos meses; sin embargo, su situación es peor, pues en su primer año también tuvo lo suyo en el curso «Anatomía y fisiología del aparato locomotor», especialmente en la medición de la amplitud de movimientos articulares, que demanda el uso de un instrumento especial llamado goniómetro, una especie de medidor angular en el que se requiere ver los números para deducir las medidas. El profesor encargado le ha prohibido a Leslie la ayuda de un compañero que la ayude leyendo la medida que ella realiza con el instrumento; cosa que no pasó con sus compañeros en años anteriores.

Leslie no ha aprobado el curso que, teóricamente, domina a la perfección. La parte práctica le ha desbaratado la libreta de notas.

CORRIDA DE CABALLO

Lo que más indigna a los padres de los alumnos y a los mismos afectados es que ahora la universidad sostiene que ellos sabían que no iban a poder terminar la carrera desde el principio; sin embargo Leslie, Víctor Hugo y Juan Manuel se mantienen firmes en lo que parece evidente: su invidencia no debe ser obstáculo para estudiar.

Señalan que la universidad Alas Peruanas no realizó ningún tipo de advertencia a estos jóvenes al momento de su inscripción, ni mucho menos al admitirlos como ingresantes a la carrera profesional. Por el contrario, les prestó facilidades para dar su examen y designó al psicólogo de la institución como asistente al momento de tomar la prueba e inclusive se les dio una hora adicional para su resolución. Luego, cuando se dieron los resultados, el ingreso de los tres alumnos invidentes a la universidad se convirtió en un buen cartel de publicidad. Era seguro que muchos seguirían el ejemplo de sus compañeros en busca de un título profesional.

PARADA DE BURRO

Al comienzo las cosas eran difíciles, pero como era de suponerse, no imposibles. El esfuerzo de estudiar en una Universidad que no contaba con el sistema Braille y mucho menos con el programa lector de pantalla JAWS, para el aprendizaje de invidentes, era mayor. Víctor Hugo y Juan Manuel se las arreglaron como pudieron. A Víctor Hugo se le pasaban las tardes en interminables horas de estudio que incluso le provocaron una migraña, pero nada justificaba no dedicarse. El resultado en su tercer año, sin embargo, no fue el mejor. Él, necesariamente, debía poder ver una radiografía para aprobar el curso de diagnóstico. Aunque el profesor trataba de ayudarlo, no se le permitía la intervención de otra persona que no fuera el mismo.

Con estos problemas, inesperados para ellos, la queja fue derivada al vicerrectorado académico en el mes de octubre del año pasado, en la gestión de Maribel Ramírez, actual candidata al congreso por Arequipa, con quien los estudiantes sostuvieron una reunión. Según Víctor Hugo Mantilla, la vicerrectora de la UAP no le dio más alternativas que cambiarse de carrera, a una de letras preferencialmente, pues continuar en la actual les iba a traer problemas. No les aconsejaba que se sigan esforzando, pues los cursos con esas exigencias, no podían aprobarlos sin ver.

LARGO TIEMPO

Este semanario ha buscado desde hace un mes la versión de quien fuera vicerrectora académica hasta hace poco, Maribel Ramírez, sin éxito. Ella ahora está en campaña electoral en provincias y no estará en Arequipa, según nos informan, hasta la primera semana de marzo, cuando comiencen las inscripciones para el presente año académico y los tres muchachos invidentes sigan sin saber qué hacer, continuar o abandonar su oportunidad.

Aunque no de manera oficial, la UAP ha señalado que no hay discriminación y que los alumnos han desaprobado los cursos por falta de asistencia, refiriéndose concretamente a Víctor Hugo, a lo que él responde haberse sentido desahuciado académicamente. Por eso, los alumnos han denunciado penalmente a la Universidad por discriminación y el caso se investiga actualmente en la fiscalía.

Pero Víctor Hugo, Juan Manuel y Leslie quisieran evitar estos problemas que lo único que hacen es quitarles tiempo y como es el caso del primero, de 21 años, ha mellado su salud. Ellos esperan se les otorgue las facilidades, pues existen programas informáticos especializados para alumnos invidentes que podrían ser implementados en Alas Peruanas para que ellos puedan terminar la carrera.

DATO

Victor Hugo Mantilla Salinas y Juan Manuel Veramendi Huamán han aportado como pensión 180 nuevos soles, mensualmente, durante seis semestres, pues tienen media beca. Aunque no se encuentran interesados en el reembolso, les preocupa haber desperdiciado su tiempo.

Reportaje de Contrastes:

http://elbuho.pe/51