Devastador terremoto y tsunami en Japón

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Dramático. A escasos metros de la costa, embarcación es devorada por remolino. Llevaba un centenar de pasajeros.

Los libros de historia registran siete terremotos de 8 grados o más en Japón desde 1891. Y después de los grandes temblores, vienen las grandes réplicas.

Luego del sismo de 8,8 que se produjo a las 14:46 hora local (05:46 GMT), se inició una secuencia de fuertes temblores.

Y seis de las réplicas que se produjeron durante la primera hora y cuarto fueron más violentas que el terremoto que afectó a Christchurch, Nueva Zelanda, el mes pasado. El terremoto de Christchurch fue de 6,3 grados; la más fuerte de las réplicas en Japón fue de 7,1.

Pacífico en alerta
Las primeras imágenes de video que llegaron de Japón fueron dramáticas: trabajadores agarrándose de sus escritorios mientras todo se sacudía a su alrededor y edificios en llamas siendo arrastrados por las aguas del tsunami.

Las placas tectónicas en esta parte del mundo son, comprensiblemente, bastante conocidas: en Japón se produce aproximadamente el 20 por ciento de los terremotos de 6,0 grados o más de magnitud del mundo, y los sismógrafos registran algún tipo de movimiento telúrico en promedio cada cinco minutos.

Y el país es parte del “Cinturón de fuego”, la línea en la que se producen abundantes terremotos y erupciones volcánicas, que rodea virtualmente a todos los países de la cuenca del Pacífico.

En esta zona, las rocas que conforman el suelo del Océano Pacífico son jaladas hacia abajo, mientras Japón se mueve en dirección oeste, hacia Eurasia. Y aunque el epicentro del terremoto de este viernes se ubicó en pleno océano -a unos 130 kilómetros de la ciudad de Sendai-, el mismo también fue relativamente superficial: a 24 km del lecho oceánico.

Esto claramente produjo bastantes movimientos verticales en el lecho marino, lo que provocó el tsunami que en poco tiempo azotó las costas japonesas.

Según el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico, administrado por Estados Unidos, olas de hasta 7,3 metros de alto se registraron en las costas de Japón. Y mar adentro las boyas de alerta registraron olas de hasta un metro de amplitud, lo que es considerable.

Y esto significó que las olas cruzaran el Océano Pacífico en dirección a Filipinas, Hawai y el territorio de Norte y Sur América.

Natori. Ciudad más cercana al epicentro. Varios sectores se encuentran bajo agua.

Sobre aviso
Los sismólogos, por su parte, están interesados en la relación con una serie de fuertes temblores previos registrados en días recientes.

Estos empezaron el nueve de marzo con un temblor de 7,2 que se produjo a sólo 40 kilómetros del terremoto de este viernes, y continuó con tres otros sismos de más de 6 grados el mismo día.

Y, en términos de atención pública y reacción, estos temblores pueden haber resultado sumamente importantes, pues le recordaron a los japoneses lo qué hay que hacer para protegerse en caso de terremoto.

Por último, hay que recordar que la escala que mide los terremotos no es una simple escala linear.

Cada grado de magnitud equivale a un aumento de 32 veces la energía liberada por el terremoto. Es decir, el sismo de 8,9 de este viernes fue 250 veces más enérgico que cualquiera de los temblores del miércoles y aproximadamente mil 400 veces más fuerte que el terremoto de Kobe de 1995, de 6,8 grados. }

«En Japón se produce aproximadamente el 20 por ciento de los terremotos de 6,0 grados o más de magnitud del mundo… los sismógrafos registran algún tipo de movimiento cada cinco minutos”

Tsunami, un día después

El doloroso saldo del desastre natural ocurrido en Japón, no se puede expresar en palabras. Aquí algunas imágenes que resumen la magnitud de lo ocurrido, en el lente de los fotógrafos de la agencia BBC.

Arriba las manos. Expertos buscan signos de radiación en niños cerca de la planta nuclear de Fukushima Daini, donde este sábado hubo una gran explosión.

Desde el aire. La labor de los helicópteros es fundamental para rescatar personas atrapadas.

Desolación. Residentes de la ciudad de Minamisanriku caminan entre la destrucción.