Muestra gráfica original de Salvador Dalí inspirada en los grabados de Francisco de Goya

Cultural|La Revista

Por la vía del grabado Salvador Dalí va al encuentro del genial Francisco de Goya, reconociendo en el maestro aragonés a su verdadero antecesor. Goya fue uno de los grandes maestros del romanticismo español, sus óleos religiosos y sus tapices representaron estampas españolas que se conservan en los grandes museos del mundo.

A partir de la reproducción heliográfica de las planchas originales de “Los Caprichos” de Goya y su posterior intervención, Dalí recrea, retoma y replantea su universo surrealista, integrándolo en perfecta armonía con las escenas de los caprichos goyescos. Dalí convierte los caprichos en disparates, operación que Goya había realizado previamente al elaborar sus grabados, partiendo de la acumulación de elementos heredados de su repertorio gráfico, despojándolos de su sentido narrativo y de su linealidad.

Dalí trabajó sobre los grabados más realistas y satíricos de Goya, abandonando la racionalidad y representando lo fantástico mediante el absurdo. Mostró visiones delirantes de seres extraños, deformando exageradamente las fisonomías y los cuerpos de vicios, torpezas humanas y aspectos bestiales. Dalí transforma o anula por completo el sentido, convirtiendo el mensaje de carácter social en disparate surrealista. Mediante sentencias escritas que, en muchos casos, constituyen un sabotaje al mensaje original simula Dalí las prácticas situacionistas…

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