Bosones Divinos?

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Los orígenes de la vida y del universo han sido, desde siempre, dos de las cuestiones más apasionantes y misteriosas que ha enfrentado el hombre. Personalmente, mis primeros acercamientos al tema fueron nutridos por unas tempranas lecturas a obras de Julio Verne y a una novela de ciencia-ficción que escribí como parte de una tarea en tiempos del colegio. Posteriormente, un Carl Sagan se encargó de enrumbar mis inquietudes por conocer más del universo, aunque no lo suficiente como para abrazar una carrera en ciencias cosmológicas. Tuve que decidir entre la FAP y la arquitectura; aunque debo reconocer que si no logré volar en un jet, ahora puedo hacerlo con la imaginación en cada proyecto, por lo que soñar y volar son lo más cercano a navegar por el espacio escudriñando la verdad detrás de toda esa vastedad que hemos dado en llamar universo.

Pues bien, Albert Einstein hizo un gran trabajo al formular una Teoría sobre la Relatividad General, allá por 1915, gracias a la cual se encaminaron estudios del origen y evolución del universo al reformular, casi por completo, la teoría de la gravedad. Una de las teorías mas aceptadas en la actualidad para explicar cómo se originó todo, es la Teoría del Big Bang, propuesta en 1931 por el sacerdote y científico belga Georges Lemaître. Esta teoría remonta el inicio de todo lo conocido a una mega explosión de energía súper concentrada o átomo primitivo que habría ocurrido hace 13,700 millones de años y cuya onda expansiva aún se mantiene siendo la causa aparente del constante proceso de expansión del universo, hecho confirmado por el científico Edwin Hubble. Pues bien, hasta aquí no hay nada mayormente nuevo y casi todo lo anteriormente expresado no es más que un poco de cultura general, pero que pasa cuando enfrentamos el conocimiento religioso con el conocimiento científico para explicar la verdad de todo? Puede ciencia y religión coincidir en alguna fórmula para explicar el origen de la vida y del universo?

En reciente descubrimiento del Bosón de Higgs -propuesto teóricamente por primera vez en 1964- y después de varios años de costosísimas experimentaciones, ha sido considerado por muchos fanáticos religiosos como una seria amenaza a sus gentiles creencias. Piensan que éste descubrimiento consolidaría una prescindencia de Dios para explicar el origen del universo. Sin embargo, es conveniente aclarar que, al momento, el descubrimiento del Bosón de Higgs no niega, per se, la existencia de Dios; sólo explica porqué existimos de ésta manera y no de otra. Hasta antes de éste descubrimiento no había forma de explicar la masa de los cuerpos que habitan el universo. Para ello, tuvimos que construir modelos teóricos constituidos por partículas ultra pequeñas llamadas bosones y fermiones que, junto a otras como los gluones, permiten explicar la masa de todo lo visible.  Justamente, lo que se ha descubierto es una partícula que cumple, en la práctica y con un altísimo grado de precisión, lo que en teoría es un Bosón, tal cual planteado por Peter Higgs.

Curiosamente, dentro del grupo de científicos que han trabajo en la proeza del CERN, los hay de todas las creencias, entre católicos, musulmanes, judíos, hindúes y no solamente ateos y escépticos. Ninguno de ellos tiene como meta renegar de sus religiones; por el contrario, solo quieren contribuir con un principio fundamental de la ciencia: buscar la verdad y, que yo sepa, ninguna religión promueve la mentira. Al final, el origen del universo se dio gracias a una super concentración de energía que se liberó súbitamente, y si Dios es precisamente energía pura en cantidades inconmensurables, la explicación más valiosa del mundo, puede estar cada vez más cerca de todos, al punto que ya no hablaremos de un universo –que va quedando chico- sino de un multiverso o, quizás, más adelante, un macroverso o un conjunto de macroversos, una vastedad más que infinita y más cercana a la inconmensurabilidad divina.  Nirvana, teoría de cuerdas, un nuevo Sidereus nuncius? La ciencia sigue su rol de ser cambiante y no aferrarse a dogmas, haciendo de ella, un instrumento poderoso para entender por qué somos lo que somos.

Por ahora Stephen Hawkings se deberá preparar a pagar la apuesta hecha en contra del experimento y Peter Higgs se deberá preparar para recibir un justo Nobel.