Hechos consumados

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A pesar de la indignación de quienes hemos levantado airadas voces por la brutalidad con que vienen ejecutándose diversas obras en la ciudad; el municipio  ha optado por aplicar la política del caballazo y del salto con garrocha. No es cuestión de gustos ni de pareceres subjetivos. Las opiniones vertidas sobre las obras, que llevan el sello Zegarra, han sido sentires basados en aspectos técnicos y legales contundentes; por lo que el momento llegará para señalar, a ésta gestión, como una de las más cerriles y lerdas que recuerde la historia de esta noble y leal ciudad.

Sabemos que Arequipa está camino a un drástico cambio de su rostro urbano y es urgente que este cambio sea encargado a las mejores manos que podamos encontrar. Dejar que este rostro, que nos ha regalado tanta belleza y carisma desde hace siglos, sea mutilado y manoseado por carniceros del urbanismo, es algo que, sencillamente, no se puede tolerar bajo ningun punto de vista, aunque igual, ya los hechos se consumaron.

Y no contentos con desfigurar el rostro urbano, como lo ocurrido en el ex Balneario de Tingo y ex Patio Puno, nada ha limitado  el atrevimiento edil por hasta cambiarles de nombre; en un intento cruel y despiadado, para terminar de borrar la más minúscula huella del pasado;  como si una hermosa niña, terriblemente abandonada, mal vestida y sucia, no tenga otra opción que la muerte inmediata, solo por una imperdonable y ajena condición de desdén. Pena de muerte por haber estado abandonados?  Pena de muerte por no oler a limpios?  Pena de muerte por tener las caras sucias? Si, y los hechos ya consumados están.

Y los mudos reemplazos de plástico y concreto que hoy se yerguen, tardos y mostrencos, sobre las cenizas invisibles de lo anterior, deslenguados se quedarán; por no tener qué historia contar, ya que las carasucias voces de quienes nos contaban,  entre penosas y orgullosas, aquellas bellas historias del lugar, hoy han callado para siempre. No mas genius locci saltando entre piscinas y añejas arboledas. No mas genius locci correteando entre traviesas y vagones. No mas nada, pues los hechos consumados ya están.

Ni bien concluidos los mamotretos a los que nos aquí referimos, verduzcas galas congregaron buitres de la historia que, entre boquiabiertos y embobados, pulularon bajo toneladas de plástico y concreto, creyendo haber sido transportados a futurolandia.  Mas, luego de un forzado orgasmo de modernosidad, todos regresaron, sin excepción alguna, a las ominosas cadenas del presente; a ese respirar aires pesados, a esos oires de bullas estrindentes. A soportar tráfico detestable y a seguir “gozando” de una Arequipa que se ahoga en obras. Mientras tanto; el hombre que jamás visitó Disney de niño, querrá seguir haciendo de la nuestra, un mal remedo de su caprichosa versión disneyniana; creyendo que Aquaman vive hoy en Tingo y que Hulk lo hace en Patio Puno.  El narrador de cuentos acaba de contarnos su último cuento de terror: el cuento de los hechos consumados.