La calata y la cultura

El regreso

La IV Feria Internacional del Libro de Arequipa está en plena efervescencia y el programa se viene desarrollando dentro de lo previsto; con pequeños inconvenientes propios de lo inesperado, pero con gran acogida por los jóvenes y adultos que buscan un buen libro y una buena oferta, sobre todo. Y hay para todos los gustos y colores y eso es lo importante, como debe ser una feria de libros.

He visto niños con sus libros entre manos, esbozando una sonrisa y quizá esperando disfrutar de la magia de la lectura y quizá ese solo hecho justifique todo lo que está detrás de la organización que no es poca cosa; sin embargo y a pesar de eso, hay voces discordantes y vestiduras rasgadas que han evocado al escandalete desfasado porque una de las invitadas a presentar su libro, decidió aplicar la regla de oro del marketing y desnudarse en plena presentación para ganarse la atención del público y de la prensa local.

Se trata de la ex dama de compañía Vanessa de Oliveira quien presentó su libro “Seducir clientes” y que concluyó su presentación quitándose el sobretodo y mostrando los pechos tapados tan solo por un mensaje que decía: “Lea más. Sea Libre”, cosa que por supuesto funcionó a la perfección, como ha funcionado a cuanto lugar o feria ha ido la señora buscando vender tantos libros como Paulo Coelho.

Por supuesto que el hecho fue recogido por la prensa y fue foto de portada en los periódicos y nota abridora en los noticieros televisivos, porque además, la calata brasileña se sacó el alma cuando intentó sentarse en la mesa y se cayó con tablero y todo. Esto indignó a un grupo de jóvenes escritores que con toda razón reclamaron que por qué no se le daba la misma cobertura, por ejemplo, al consagrado escritor Oswaldo Reynoso que también acababa de presentar su última novela “En busca de la sonrisa encontrada”.

Y es que los medios de comunicación son un negocio y lo único que buscan es vender y hacer dinero. Y si una mujer se queda en cueros en la FIL, es noticia, por donde se le mire y la noticia, si es escandalosa, es negocio y si es negocio, entonces es foto de portada. Simple.

Ahora, si la gente gusta de leer ese tipo de libros, no hay nada que podamos hacer, así como hay lectores más avisados, también tenemos de los otros, sino Osho o Coelho no venderían tantos libros. Hay público para todo y no debería ser motivo de protesta, pues finalmente la señora envió un mensaje positivo para incentivar la lectura, pues en efecto solo la lectura nos hará libres.

PD: He tenido información privilegiada que los inconvenientes surgidos en el conversatorio sobre la “Maldita (o bendita) manía de contar” que referí en mi columna anterior, donde no acondicionaron ni micrófonos, se debió a que ese auditorio llamado “Auditorio de la Biblioteca Regional”, es de entera responsabilidad de la gentita de la Biblioteca Regional, que habrían pedido que se llame así y manejar ellos directamente dicho recinto. Si hubo descoordinaciones, ya saben quiénes son los responsables.