Barreras Arquitectónicas

Columnas>Ecopolis

Foto: http://jsna.warwickshire.gov.uk/2012/02/22/physical-disability/

Cada vez que paseo a pie por esta mi ciudad, quedo mas convencido de la ausencia total de una cabeza que piense en las personas por encima de los vehículos. Ver como se ha dado prioridad a los vehículos dejando veredas estrechas, ahuecadas y  sucias para los peatones, pinta de cuerpo entero una mentalidad retrógrada que caracteriza a un alcalde poco sensible y muy arrogante. Quizás, esa excesiva arrogancia no le permite ver, ademas de su entrecortada mirada, que la ciudad es para las personas y no para los vehículos, y que su afanoso adoquinamiento de vías no era prioridad por encima de la imperiosa necesidad de contar con mejores andadores para los viandantes, tal cual sucede en aquellas otras ciudades regentadas por seres humanos al servicio de sus congéneres. Aquí la historia es reversa. Aquí las personas debemos desfilar en fila india, unos tras otros o pidiendo permiso a los vehículos cuando nos vemos obligados a prestarnos sus dominios para esquivar postes, vendedores ambulantes o cualquier otro obstáculo.

Encima de ello, la existencia de barreras arquitectónicas en casi el 100% de espacios públicos de la ciudad revelan la grandiosa insensibilidad de proyectistas que piensan que la ciudad es solo para personas jóvenes y vitales. No piensan que la ciudad es, también, para personas de la primera, tercera y cuarta edad. Pareciera que no se piensa que en la ciudad habitan personas con discapacidades, tanto temporales como permanentes y que requieren de condiciones tales que les permita circular con la mayor libertad y seguridad posible. Qué cómodo es diseñar pensando que todos están sanos y que no pasan de los 30 años, verdad?  Sin embargo, tras bambalinas hay casi 600 millones de seres humanos, en todo el mundo, que sufren de algún tipo de limitación física.

Cierta vez preguntaba a mis alumnos sobre este tema y les pedía una cifra representativa de la población con discapacidad en Arequipa. Ninguno se acercó a la cifra real y es que la mayoría asoció su respuesta a la cantidad de encuentros personales. Sucede, les expliqué, que la cifra es mucho mayor pues muchos prefieren quedarse en casa al no encontrar una ciudad amigable con la discapacidad. Arequipa es, sin duda, una ciudad insensible y muy poco amigable para quienes tienen condiciones especiales de movilidad; desde la simple vejez hasta un embarazo; desde un tobillo enyesado hasta la ceguera; desde la silla de ruedas hasta el bastón. Hay cientos de personas que, al igual que los que estamos sanos y vitales, también tienen el pleno derecho de recorrer las calles de la ciudad, a su libre albedrío y otras limitaciones que las impuestas por su propia condición.  No es entendible, entonces, vivir en una ciudad insensible y que les hace la vida aún mas difícil, más de la que ya les es.

Aun así, siempre habrá un insensible que parquea su auto en el lugar reservado para ellos. Siempre habrá un criollazo bien sentado en el asiento para ellos. Siempre habrá un bus o una combi con puertas angostas y con gradas dejando y recogiendo pasajeros en media pista y a medio parar. No faltará un alcalde que mande a confeccionar rampas absurdas en lugares absurdos. Y así,  la ciudad entera se llenará de hedores de insensibilidad, en un deseo enfermizo de asociar progreso y modernidad con menos discapacitados en las calles.

No me quiero ni siquiera imaginar a mi mismo postrado en silla de ruedas, pues simplemente no podría continuar dictando clases en ninguna de las dos universidades en las que laboro actualmente, pues ninguna cumple la norma sobre diseño accesible. Tan solo deténganse a comparar el presupuesto de obras para caminar a pie con el presupuesto de obras para los vehículos. Los autos ganan con creces gracias a nuestro motorizado alcalde.  Si las obras para caminar son escasas, entonces las inversiones para las personas con discapacidad lo serán aún menos, mucho menos. Invito a revisar un interesante documento elaborado por el Arq. Jaime Huerta que permitirá indagar cuan lejos estamos de una ciudad inclusiva, de una ciudad realmente para todos, y no como ahora, de una ciudad sólo para los autos.

El documento se encuentra en la siguiente dirección:

http://www.peruaccesible.com/discapacidadydisenoaccesible_versionpdf.pdf

Hagamos de Arequipa una ciudad libre de barreras arquitectónicas.