“Son delitos políticos. Lo ocurrido corresponde a un hecho social: El móvil fue social”, ensaya Jesús Mendoza, Secretario General de la base Arequipa del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) para explicar lo ocurrido en los años ochenta y principios de los noventa con la incursión cruenta de Sendero Luminoso en el capital y, sobre todo, en el interior del país.
¿CAMUFLADOS?
Moqueguano, sociólogo, preso por 12 años, según su versión por apología al terrorismo, y recuperada su libertad el 2002, argumenta que el objetivo inmediato de su partido es la amnistía general, el perdón. “Dejemos de buscar culpables”, reitera al lado de tres simpatizantes que lo acompañan la mañana de la entrevista.
Enarbola que el objetivo inmediato del movimiento no es sólo la liberación de su mesiánico líder Abimael Guzmán, sino de todos los civiles, militares y policías que tuvieron culpa en el absurdo sacrificio de las 30 mil personas, por incursiones terroristas, enfrentamientos armados, arrasamiento de pueblos y masacres colectivas.
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