Nuevos Aires Urbanos

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Parece una idea descabellada, aunque bastante osada y atrevida; sin dejar de ser innovadora y sumamente “fresca”. La idea se alza contestataria frente a esa desenfrenada fiebre de anuncios comerciales que buscan capturar un segundo -o dos- de nuestra precaria atención al intentar andar con cierto relax por la ciudad. Anzuelos de todo tipo, desde enceguecedoras pantallas LED hasta simples latones pegados a un muro; o como aquellos otros anuncios cargados de curvas, rímel y lipstick; todos intentando llenar el tanque de combustible de nuestro apetito consumista a costa de inhibirnos el derecho a gozar de un paisaje urbano más decente, más humano y  más digno.  Desde minúsculos y pequeños hasta los de gran formato, los letreros y las gigantografías  que hoy invaden calles y avenidas me hacen sentir menos natural y menos humano y, por el contrario;  más maquina, más objeto.

Frente a esta triste realidad que domina el paisaje urbano de mi querida ciudad, ya se imaginarán mi contento y gran alivio al encontrar un artículo de Damian Holmes en World Landscape Architecture titulado “Urban Air”, mostrando la última creación de Stephen Glassman, un artista que busca reintroducir el arte en la escena urbana, a través de obras de alto impacto.

Glassman no pudo pensar mejor para hacer algo frente a esa inmisericorde invasión de paneles y anuncios que nos incitan a alimentar nuestro voraz apetito consumidor, optando por una acción contracorriente. Su propuesta va exactamente en la dirección contraria al  vil espíritu mercantilista y parece habernos acercado a una posible escapatoria a este callejón-sin-salida que hoy caracteriza al insaciable mundo moderno.

La idea de impostar jardines colgantes, en reemplazo de las banalidades propagandísticas -aprovechando las estructuras monopolo-, es sencillamente genial; una gota de alivio en medio del caos y del tráfico urbano; una oportunidad para vernos a nosotros mismos como humanos y pensar en algo que pudo ser… un jardín flotando en medio del concreto y el caos…  un mensaje de esperanza… de verdor… de humildad y sobre todo, de encomiable sensibilidad ambiental. Más allá del mensaje a la conciencia, la idea de Urban Air está soportada por un desarrollo tecnológico de última generación que incluye sistemas de riego automatizado, nebulizadores, sensores de temperatura, entro otros aditamentos que convierten a esta nueva generación de jardines colgantes, en algo mucho más que decoración verde.

Urban Air from Zack Bennett on Vimeo.

Por mi parte, me quedo con las ganas de saber si en Arequipa habría alguien dispuesto a romper esquemas con algo parecido. Recuerdo que hace muchos años, una empresa trasnacional me requirió asesoría para una campaña publicitaria en la Avenida Ejército. Al ver lo que querían, les sugerí que en vez de aburridos letreros verticales, podríamos configurar jardines ornamentales con sutiles –y muy “ecológicos”- mensajes publicitarios hechos con geranium pheun, portulaca grandiflora, caléndula officinalis y otras más. ¡La idea les encantó! Pero apenas escucharon la pretensión edil… -cuando no-  tomaron el primer avión de vuelta a Lima. Ojalá hayan nuevos aires ediles para poder gozar de nuevos aires urbanos en una Arequipa cada vez mas calcutizada y no menos seducida por arrogantes apetitos secos y áridos.

Imagen: http:// worldlandscapearchitect.com/image/2012/urbanair/01-URBAN-AIR_hero.jpg