Verde Navidad

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Una conocida cadena comercial inunda escaparates y anuncios con un slogan que invita reemplazar aquellos tradicionales adornos del arbolito navideño por simples y banales objetos de consumo en un claro intento por cambiar el verdadero y auténtico sentido de la Navidad. La idea es hacer de ésta una mera oportunidad de negocio, una excelente ocasión de comprar y vender; para exprimir, al máximo y cómo sea, billeteras y tarjetas de crédito, por igual.

Nadie está en contra de celebrar Navidad con regalos. Al fin y al cabo, fueron regalos (y muy preciados) los que Gaspar, Melchor y Baltasar presentaron al recién nacido Jesús. Dos mil años después, si bien la Navidad sigue siendo un momento para recordar el nacimiento de Jesús, el desmedido y agresivo consumismo que hoy la caracteriza, sobrepasa con creces, la devoción y el verdadero sentido de ésta magna fecha.

Apena mucho saber que en éstas fechas, todos caemos víctimas de una revolución consumista que nos lleva a una suerte de catarsis compulsiva, en donde el imperativo es consumir y en donde el mayor costo se asocia falsamente a un mayor sentimiento, como si el amor (el verdadero amor) fuese acaso comprable. Como si el peso y tamaño del regalo tuviera algo que ver con una forma auténtica de expresar los más elevados sentimientos. Peor aún, cuando la Navidad genera en la ciudad caos, contaminación y congestión. Todos pugnando por circular en el mismo espacio y al mismo tiempo. Todos haciendo todo a último minuto. Todos pensando en qué comprar sin pensar en el daño ambiental que supone caer en las redes del consumismo navideño irresponsable.

Recordarles que el mejor regalo navideño es aquel que ha sido manufacturado empleando materiales y mano de obra locales. Que la mejor Cena Navideña, aquella que no utiliza ingredientes muy exóticos o que no hayan implicado procesos de elaboración muy contaminantes. Que una verdadera cultura ambiental se aprecia mas en un menor consumismo navideño en tanto que una verdadera celebración navideña debe concentrarse más en torno al personaje central de la fecha y no en los objetos que nos ponen ante los ojos.

Hacer de esta fecha una Verde Navidad es algo que debe estar claro en la agenda de todos, ciudadanos y autoridades. Como Presidente de la Comisión Ambiental Regional, les deseo una Felices Fiestas de Navidad, invitándoles a hacer uso racional y sostenible de los recursos, pensando en buscar presentes que no hayan generado una excesiva huella ecológica, es decir, que no hayan implicado excesivo impacto al medio ambiente durante su fabricación y comercialización. Preferir juguetes o artefactos que utilicen baterías recargables antes que baterías descartables; o mejor aún, si tiene sistemas de impulsión y/o movimiento que no requieren de baterías. Hasta el hecho de preferir tarjetas virtuales sobre tarjetas físicas por correo regular es ya una gran ayuda al medio ambiente, al igual que preferir empaques reciclables y papeles de regalo reciclados. Finalmente, hacer de la Navidad una Verde Navidad depende de nosotros y de nuestras conciencias. Feliz Navidad a todos.